1/05/2022, 22:18
Toshio se permitió levantar la cabeza y sonreír. No era una media sonrisa confianzuda de esas suya, sino más bien una sonrisa de alivio.
Finalmente volvió a sentarse en el sofá, ligeramente inclinado hacia el frente.
— De acuerdo. —Le dijo—. Pero ayer llamé a un amigo mío, Oda Tamao, para que la curase. Ya sabe que algo está pasando.
No se lo decía por romper la promesa que le hizo de guardar el secreto. Simplemente le advertía de que él no era el único implicado.
Finalmente volvió a sentarse en el sofá, ligeramente inclinado hacia el frente.
— De acuerdo. —Le dijo—. Pero ayer llamé a un amigo mío, Oda Tamao, para que la curase. Ya sabe que algo está pasando.
No se lo decía por romper la promesa que le hizo de guardar el secreto. Simplemente le advertía de que él no era el único implicado.