6/05/2022, 15:17
— ¡Claro! Tranqui, cuidaré de ella, y me aseguraré de seguir siendo tan... vehemente. —No estaba seguro de lo que quería decirle con eso, pero seguro que se lo estaba diciendo en el buen sentido.
Acompañó a la mujer a la entrada de la casa, pero justo antes de que esta abriese la puerta para marcharse, pareció acordarse de algo y se giró para darle la carta a Toshio.
— ¡Claro! Se la daré en cuanto despierte. Cuídate.
Luego de despedirse de la sirvienta, Toshio decidió que ya iba siendo hora de ponerse algo de ropa encima e ir a entregarle la carta a Kinumi, dejándosela al lado, en la mesita de noche.
Si todavía no había despertado para entonces, tomaría su libreta y se sentaría en una silla para hacer una de sus cosas favoritas: dibujar diseños para su armadura.
Acompañó a la mujer a la entrada de la casa, pero justo antes de que esta abriese la puerta para marcharse, pareció acordarse de algo y se giró para darle la carta a Toshio.
— ¡Claro! Se la daré en cuanto despierte. Cuídate.
Luego de despedirse de la sirvienta, Toshio decidió que ya iba siendo hora de ponerse algo de ropa encima e ir a entregarle la carta a Kinumi, dejándosela al lado, en la mesita de noche.
Si todavía no había despertado para entonces, tomaría su libreta y se sentaría en una silla para hacer una de sus cosas favoritas: dibujar diseños para su armadura.