8/05/2022, 23:33
Tímidamente, Toshio intentó ponerle la mano en el hombro a Kinumi para intentar reconfortarla, pero se detuvo en el momento en el que escuchó de lo que se trataba. El bastardo de Dentō justo acababa de revelar lo que se suponía que Toshio no podía decir, lo que era normal, si había alguien que tenía que decirlo era Dentō ¡pero el hijo de puta se lo había dicho en una carta!
Toshio se levantó tras Kinumi. Era normal que estuviese enfadada, pero no podía permitir que hiciera ninguna locura.
— ¡Oye, espera, Kinumi-chan! ¿¡A dónde vas!?
Empezó a seguirla, cogiendo su chaleco por el camino sin desviarse.
— ¡Kinumi-chan, espera!
Toshio se levantó tras Kinumi. Era normal que estuviese enfadada, pero no podía permitir que hiciera ninguna locura.
— ¡Oye, espera, Kinumi-chan! ¿¡A dónde vas!?
Empezó a seguirla, cogiendo su chaleco por el camino sin desviarse.
— ¡Kinumi-chan, espera!