16/05/2022, 19:27
Toshio siguió el camino en silencio, vigilando por si aparecía en alguna esquina quienquiera que hubiese incendiado la casa de los Uchiha o la persona que había atacado a Kinumi ayer. También se preocupaba por el estado actual de su amiga, claro. De hecho, le preocupaba mucho, pero ella había decidido hacerse la fuerte y no se lo iba a impedir.
Luego de salir de casa de Tamao, que aparentemente había estado todo el día ocupado en el hospital, ambos volvieron a casa del herrero, donde él se puso a recoger las cosas para poder ir a dormir.
— Te ayudo a buscar a tu padre en cuanto te recuperes, pero recupérate ¿eh? —Le decía, mientras barría el papel que Kinumi había dejado allí rasgado y tirado—. Vaya ¿y esto?
Se agachó para recoger un trozo de papel, donde venía explicada la fórmula de sellado que Dentō había utilizado anteriormente para mantener la puerta cerrada.
— Por cierto ¿qué hay con ese libro? Me alegro de que lo hayas conseguido recuperar. Parece muy importante para ti.
Luego de salir de casa de Tamao, que aparentemente había estado todo el día ocupado en el hospital, ambos volvieron a casa del herrero, donde él se puso a recoger las cosas para poder ir a dormir.
— Te ayudo a buscar a tu padre en cuanto te recuperes, pero recupérate ¿eh? —Le decía, mientras barría el papel que Kinumi había dejado allí rasgado y tirado—. Vaya ¿y esto?
Se agachó para recoger un trozo de papel, donde venía explicada la fórmula de sellado que Dentō había utilizado anteriormente para mantener la puerta cerrada.
— Por cierto ¿qué hay con ese libro? Me alegro de que lo hayas conseguido recuperar. Parece muy importante para ti.