19/05/2022, 01:21
(Última modificación: 19/05/2022, 01:22 por Tsukiyama Daigo.)
Kimi se rio un poco. Parecía que sí que estaba nerviosa por ellos, y bastante.
— No digas eso, Ka-chan. —Le replicó—. Todos ellos tienen bastante coraje.
Luego de un rato calentando, Raijin terminó por detenerlos y repartirlos a lo largo del dojo para realizar unos ejercicios simples de Tai Chi que el fundador del Karate Kaminari incorporó a su estilo tiempo atrás. Se dice que estos ejercicios ayudan al flujo del chakra, la concentración y el control de las emociones propias.
En resumen: eran unos ejercicios completamente inútiles, o al menos así lo veían los nuevos.
— Oye, Raijin ¿para qué sirve esto? —Fue una duda genuina e ingenua por parte Kira, pero pareció dar pie al resto para empezar a hablar.
— Esto es muy tonto ¿no? Hideki-kun~ —Preguntó Mami, riendo, a su invitado un poco más alto de lo que planeaba, quizás.
O quizás simplemente no le importaba que la escuchase, fuera como fuese, Hideki parecía algo incómodo.
— Mami-chan, que se te escucha. —Le respondió en voz baja, intentando que no se le escuchase demasiado.
— Son poses, ¡para activar los músculos! —Dijo Ryō antes de flexionar los músculos, riéndose.
Kenshin se llevó una mano a la cara, riéndose.
— Dios mío...
El resto de alumnos parecían confundidos, y Kimi parecía querer que la tierra la tragase.
— No digas eso, Ka-chan. —Le replicó—. Todos ellos tienen bastante coraje.
Luego de un rato calentando, Raijin terminó por detenerlos y repartirlos a lo largo del dojo para realizar unos ejercicios simples de Tai Chi que el fundador del Karate Kaminari incorporó a su estilo tiempo atrás. Se dice que estos ejercicios ayudan al flujo del chakra, la concentración y el control de las emociones propias.
En resumen: eran unos ejercicios completamente inútiles, o al menos así lo veían los nuevos.
— Oye, Raijin ¿para qué sirve esto? —Fue una duda genuina e ingenua por parte Kira, pero pareció dar pie al resto para empezar a hablar.
— Esto es muy tonto ¿no? Hideki-kun~ —Preguntó Mami, riendo, a su invitado un poco más alto de lo que planeaba, quizás.
O quizás simplemente no le importaba que la escuchase, fuera como fuese, Hideki parecía algo incómodo.
— Mami-chan, que se te escucha. —Le respondió en voz baja, intentando que no se le escuchase demasiado.
— Son poses, ¡para activar los músculos! —Dijo Ryō antes de flexionar los músculos, riéndose.
Kenshin se llevó una mano a la cara, riéndose.
— Dios mío...
El resto de alumnos parecían confundidos, y Kimi parecía querer que la tierra la tragase.