28/06/2022, 20:08
Conforme se acercaba a la puerta, Ren notaría que la afluencia de gente no hacía más que aumentar. La gente iba y venía de ese enorme edificio, Jonin, Chunin, Genin, todo tipo de ninja tenían que pasar por allí. Para todo tipo de cosas, principalmente de misiones, pero también tramites administrativos de la villa. Todo pasaba por aquel enorme edificio.
Aunque la genin nunca había ido a pedir una misión ni a la mayoria de plantas, conocía perfectamente el camino al mostrador donde reportaba las misiones como cumplidas y cobraba, que era el mismo en el que podía pedirlas.
Ren entró directa al mostrador y no se percató de que una mujer entraba completamente empapada tras ella hasta que ya había hablado. Entonces vio a esa misma mujer dar la vuelta al mostrador, meter la mano en uno de los estantes y lanzarle un pergamino a las manos.
Una vez despachado eso, procedió a sacudirse el pelo mojado y secarselo con una toalla de mano que tenía.
— Ahí vas. ¿Algo más?
Tras secarse el pelo, dejó la toalla, como si ya hubiese acabado. Toda su piel estaba aún mojada, al igual que su ropa. Su larga melena negra en cuanto había cogido algo de sequedad se había alborotado de forma casi antinatural. Sus ojos eran un tono de azul más claro que los de la propia Ren y su expresión rápidamente pasó a una de tedio al ver que la genin seguía allí, un segundo después de haberle dado el pergamino.
— ¿Sí? ¿No? Va, mueve el culo.
Le hizo una seña para que se fuera incluso antes de dejarla contestar y se puso la toalla alrededor de la nuca. Solo llevaba una camiseta de manga corta y unos pantalones cortos, lo cual era minimamente algo atrevido para el frio que solía hacer en la villa a causa de la lluvia.
Aunque la genin nunca había ido a pedir una misión ni a la mayoria de plantas, conocía perfectamente el camino al mostrador donde reportaba las misiones como cumplidas y cobraba, que era el mismo en el que podía pedirlas.
Ren entró directa al mostrador y no se percató de que una mujer entraba completamente empapada tras ella hasta que ya había hablado. Entonces vio a esa misma mujer dar la vuelta al mostrador, meter la mano en uno de los estantes y lanzarle un pergamino a las manos.
Una vez despachado eso, procedió a sacudirse el pelo mojado y secarselo con una toalla de mano que tenía.
— Ahí vas. ¿Algo más?
Tras secarse el pelo, dejó la toalla, como si ya hubiese acabado. Toda su piel estaba aún mojada, al igual que su ropa. Su larga melena negra en cuanto había cogido algo de sequedad se había alborotado de forma casi antinatural. Sus ojos eran un tono de azul más claro que los de la propia Ren y su expresión rápidamente pasó a una de tedio al ver que la genin seguía allí, un segundo después de haberle dado el pergamino.
— ¿Sí? ¿No? Va, mueve el culo.
Le hizo una seña para que se fuera incluso antes de dejarla contestar y se puso la toalla alrededor de la nuca. Solo llevaba una camiseta de manga corta y unos pantalones cortos, lo cual era minimamente algo atrevido para el frio que solía hacer en la villa a causa de la lluvia.