28/06/2022, 21:47
Por suerte para el perro desgraciado de Kenshin, Chika tampoco era una chica que guardase rencor una vez partido su brazo. Ella misma se llevó la mano a la nuca, intentando encontrar la forma de plasmar sus sentimientos en palabras y que esas palabras se entendiesen.
— No es que estemos mal. No te odio ni nada. Solo quería darte una pequeña reprimenda de la mejor forma que sé, a golpes. Pero tal vez me pasé. Perdona por lo del brazo. Me cuesta verte como a un hermano todavía, pero no te guardo rencor. Es raro, pero se me pasará. Mientras no hagas daño a nadie, estaremos bien.
Había soltado todas las ideas que tenía en la cabeza sin pensar demasiado en cómo enlazaban ni en qué quería decir, pero dicho quedaba.
— No es que estemos mal. No te odio ni nada. Solo quería darte una pequeña reprimenda de la mejor forma que sé, a golpes. Pero tal vez me pasé. Perdona por lo del brazo. Me cuesta verte como a un hermano todavía, pero no te guardo rencor. Es raro, pero se me pasará. Mientras no hagas daño a nadie, estaremos bien.
Había soltado todas las ideas que tenía en la cabeza sin pensar demasiado en cómo enlazaban ni en qué quería decir, pero dicho quedaba.