11/07/2022, 00:30
— Perdón, perdón... —Se disculpó Kimi, sentándose.
— Oh, okay. —Respondió Kira, tranquilamente.
El resto del día pasó sin inconvenientes. Kimi recuperó el aliento al cabo de un rato, aunque no continuó entrenando, mientras que Kira continuó entrenando hasta que se cansó varias horas más tarde.
Al salir del dojo, Chika podría encontrarse con Miki, Raijin y los gemelos, que estaban haciendo la comida para todos. El resto de chicos no tardaron mucho más en regresar a casa para comer todos juntos. Luego de aquello, Ryō, Momo, Kira y Kenshin decidieron volver a entrenar, los gemelos fueron a estudiar junto a Raijin y Miki y Mami volvió a salir por ahí.
Kimi, por su parte, se quedó con Chika y la acompañó durante el resto del día, cuidando de ella y ayudándola con lo que necesitase, o simplemente haciéndole compañía si no necesitaba nada. Al caer la noche, luego de que todos cenasen juntos y llegase la hora de dormir, alguien tocó la puerta de la habitación de Chika un par de veces, esperando unos pocos segundos antes de pasar.
— Ka-chan... ¿puedo dormir hoy contigo? —Se trataba de Miki, que había venido abrazando su almohada—. ¿Porfi?
— Oh, okay. —Respondió Kira, tranquilamente.
El resto del día pasó sin inconvenientes. Kimi recuperó el aliento al cabo de un rato, aunque no continuó entrenando, mientras que Kira continuó entrenando hasta que se cansó varias horas más tarde.
Al salir del dojo, Chika podría encontrarse con Miki, Raijin y los gemelos, que estaban haciendo la comida para todos. El resto de chicos no tardaron mucho más en regresar a casa para comer todos juntos. Luego de aquello, Ryō, Momo, Kira y Kenshin decidieron volver a entrenar, los gemelos fueron a estudiar junto a Raijin y Miki y Mami volvió a salir por ahí.
Kimi, por su parte, se quedó con Chika y la acompañó durante el resto del día, cuidando de ella y ayudándola con lo que necesitase, o simplemente haciéndole compañía si no necesitaba nada. Al caer la noche, luego de que todos cenasen juntos y llegase la hora de dormir, alguien tocó la puerta de la habitación de Chika un par de veces, esperando unos pocos segundos antes de pasar.
— Ka-chan... ¿puedo dormir hoy contigo? —Se trataba de Miki, que había venido abrazando su almohada—. ¿Porfi?