26/07/2022, 10:45
Yota pareció despertar cuando Zaide le arrebató las espadas de las manos. Comenzó a increparle para que le devolviera Los Comillos pero, lejos de achantarse o de cambiar de opinión, el Uchiha se vio aún más legitimado por ellas.
Las espadas parecieron responder a su ruego. O al menos esa es la sensación que tendría Zaide cuando una nueva oleada de electricidad estática le recorriera los antebrazos.
Y fue en el momento en el que el Uchiha taladró con sus ojos a Yota y le formuló aquella última pregunta cuando sucedió. Como si alguien hubiese hecho explotar una bomba de luz, los dos shinobi se vieron envueltos por un cegador destello azulado que parecía provenir de todas partes y de ninguna. De repente, dejaron de sentir el suelo bajo sus pies. Pero no estaban cayendo. Y, al cabo de varios largos segundos, para cuando ambos pudieron abrir los ojos de nuevo, se vieron en un ambiente muy diferente. Sobre ellos caía una pesada lluvia y el sonido de un trueno retumbó en sus tímpanos. Ya no estaban en aquel claro sobre las aguas, ni los árboles del Bosque de Azur los rodeaban. En su lugar, se alzaban en la lejanía como amenazantes lanzas azuladas.
De alguna manera, era como si el propio bosque los hubiese expulsado de sus dominios y ahora se encontraban en alguna parte de las tierras del País de la Tormenta.
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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