29/07/2022, 16:01
En el mismo instante en que Ren cruzó el umbral de los portones de madera la mujer se levantó y le dedicó una sonrisa. Su mirada pasó de sus ojos a sus piernas y vuelta hacia arriba, en apenas un segundo la había observado de arriba a abajo. Si aquello le generó alguna opinion, no se mostró en su rostro ni en su sonrisa.
— ¡Buenos dias! ¡Bienvenida a Los Lirios Rojos! ¿Tiene reserva? — anunció de inmediato acentuando su sonrisa antes de que Ren pudiese decir nada.
— Perdona que interrumpa tu trabajo, estoy buscando a Kiara, la flor roja. Y me han dicho que puedo encontrarla aquí
La sonrisa se volvió más debil pero no llegó a desaparecer. La mujer le hizo una leve reverencia manteniendo en todo momento una actitud cordial.
— Lo siento mucho, pero la señorita Kiara no se encuentra ahora mismo en el establecimiento. ¿Quiere que le deje un mensaje?
— ¡Buenos dias! ¡Bienvenida a Los Lirios Rojos! ¿Tiene reserva? — anunció de inmediato acentuando su sonrisa antes de que Ren pudiese decir nada.
— Perdona que interrumpa tu trabajo, estoy buscando a Kiara, la flor roja. Y me han dicho que puedo encontrarla aquí
La sonrisa se volvió más debil pero no llegó a desaparecer. La mujer le hizo una leve reverencia manteniendo en todo momento una actitud cordial.
— Lo siento mucho, pero la señorita Kiara no se encuentra ahora mismo en el establecimiento. ¿Quiere que le deje un mensaje?