3/08/2022, 11:11
El joven Yagami permanecía de pie esperando respuesta del joven sin calzado y la respuesta no se hizo esperar. Aquel chico empezó a tocarse por todos lados dejando solo con acciones claro que estaba desconfiando y por si no quedó claro dijo "asaltado"... Aquellas reacciones hicieron que Fudo retrocediese un paso atrás y además frunciese el ceño muy ligeramente... << ¿Ha pensado que le estaba robando? Jod**, que desconfiado... en fin, lo dejaré estar>> Pensó Fudo y sin decir nada siguió observando al chico, el cual siguió espantando al joven Yagami, con varios gestos que a sus ojos eran del todo inapropiados en aquella situación. A pesar de todo, no dijo nada y simplemente amplió un poco el espacio entre ambos.
Comenzó a explicar la situación y a explicar el como era habitual en él ir sin calzado. Con solo un vistazo se podía ver que andaba descalzo por la calle con mucha frecuencia y sus pies se habían adaptado y endurecido en consecuencia. EN aquel momento, un pensamiento invadió la mente del joven que no pudo remediar esbozar una sonrisa... << Es cómo los personajes de aquel libro de aventuras, ese en el que un grupo de chicos descalzos atravesaban la tierra por una misión... El señor de la sortija del matrimonio único creo que se llamaba... Espera, espera, debo centrarme...>>
Finalmente reenganchó con la conversación justo a tiempo, justo cuando aquel chico le estaba tendiendo la misma mano con la que se había tocado los pies y dijo su nombre. Normalmente se habría molestado al ver que le ofrecían la mano como gesto de saludo tras tocarse los pies y verlo con sus propios ojos, sin embargo, decidió dar el beneficio de la duda y que nuevamente estaba actuando de forma despistada. Con cortesía, el joven de cabello negro retrocedió un paso, cerró su puño derecho y lo junto con la palma abierta de su mano izquierda, justo frente a su pecho, miró a los ojos al chico y se inclinó brevemente. - Encantado de conocerte. - Dicho eso brevemente, se incorporó de su breve saludo y guardó ambas manos dentro de las mangas del haori.
Después del saludo, observó nuevamente a aquel ninja, escuchó su comentario sobre la recepción y decidió responderle,
- Sí... tienes razón. Será mejor aprovechar y saludar a aquel tipo, parece aburrido. -
Dichas aquellas palabras caminó junto a Kikurou y se acercó hasta el mostrador en el que descansaba un perro y tras el que estaba descansando un ninja. Una vez frente al mostrado, Fudo decidió tomar la iniciativa y saludar... - Buenos días. Soy Yagami Fudo. Se me dijo que se iba a asignar mi primera misión. ¿es aquí donde puedo obtener los detalles o debo dirigirme a otro piso? ¿Podría ayudarme? Gracias. - Terminó de hablar, saludó ligeramente con la cabeza y se hizo un poco al lado para esperar respuesta y también dejar hueco a Kikurou para que realizase los tramites que necesitase.
Comenzó a explicar la situación y a explicar el como era habitual en él ir sin calzado. Con solo un vistazo se podía ver que andaba descalzo por la calle con mucha frecuencia y sus pies se habían adaptado y endurecido en consecuencia. EN aquel momento, un pensamiento invadió la mente del joven que no pudo remediar esbozar una sonrisa... << Es cómo los personajes de aquel libro de aventuras, ese en el que un grupo de chicos descalzos atravesaban la tierra por una misión... El señor de la sortija del matrimonio único creo que se llamaba... Espera, espera, debo centrarme...>>
Finalmente reenganchó con la conversación justo a tiempo, justo cuando aquel chico le estaba tendiendo la misma mano con la que se había tocado los pies y dijo su nombre. Normalmente se habría molestado al ver que le ofrecían la mano como gesto de saludo tras tocarse los pies y verlo con sus propios ojos, sin embargo, decidió dar el beneficio de la duda y que nuevamente estaba actuando de forma despistada. Con cortesía, el joven de cabello negro retrocedió un paso, cerró su puño derecho y lo junto con la palma abierta de su mano izquierda, justo frente a su pecho, miró a los ojos al chico y se inclinó brevemente. - Encantado de conocerte. - Dicho eso brevemente, se incorporó de su breve saludo y guardó ambas manos dentro de las mangas del haori.
Después del saludo, observó nuevamente a aquel ninja, escuchó su comentario sobre la recepción y decidió responderle,
- Sí... tienes razón. Será mejor aprovechar y saludar a aquel tipo, parece aburrido. -
Dichas aquellas palabras caminó junto a Kikurou y se acercó hasta el mostrador en el que descansaba un perro y tras el que estaba descansando un ninja. Una vez frente al mostrado, Fudo decidió tomar la iniciativa y saludar... - Buenos días. Soy Yagami Fudo. Se me dijo que se iba a asignar mi primera misión. ¿es aquí donde puedo obtener los detalles o debo dirigirme a otro piso? ¿Podría ayudarme? Gracias. - Terminó de hablar, saludó ligeramente con la cabeza y se hizo un poco al lado para esperar respuesta y también dejar hueco a Kikurou para que realizase los tramites que necesitase.