8/08/2022, 22:23
Suzume le acompañó a un pequeño refugio bajo la lluvia. La pelirroja se estiró un poco, despreocupada, mientras Ayame escribía alguna nota en la libreta. Suzume la leyó cuando estuvo lista.
Abrió la boca, pero recordó que tenía que seguir el juego de la libreta. Tomó ambos objetos, asintiendo, y escribió algo más. Al final de cada línea había caritas sonrientes y alguna que otra estrellita.
«¡No ha pasado nada, amiga!
Estoy bien, y mi libretita está bien. Sólo se mojaron algunas hojas en blanco.
Lo demás está bien»
—Creo... —dudó en voz alta, luego revisó la libreta una vez más, y su sonrisa disminuyó levemente—Oh...
Luego escribió un poquito más.
«Escribo aquí mis canciones y... Un par sí se mancharon bastante.
¡Pero no tienes que hacer nada, Ayame-san! ¡Gracias!»
La primera línea estaba acabada con una carita triste, y la segunda con una sonriente. Suzume no se mostraba molesta, ni de cerca.
Abrió la boca, pero recordó que tenía que seguir el juego de la libreta. Tomó ambos objetos, asintiendo, y escribió algo más. Al final de cada línea había caritas sonrientes y alguna que otra estrellita.
«¡No ha pasado nada, amiga!
Estoy bien, y mi libretita está bien. Sólo se mojaron algunas hojas en blanco.
Lo demás está bien»
—Creo... —dudó en voz alta, luego revisó la libreta una vez más, y su sonrisa disminuyó levemente—Oh...
Luego escribió un poquito más.
«Escribo aquí mis canciones y... Un par sí se mancharon bastante.
¡Pero no tienes que hacer nada, Ayame-san! ¡Gracias!»
La primera línea estaba acabada con una carita triste, y la segunda con una sonriente. Suzume no se mostraba molesta, ni de cerca.