18/08/2022, 12:03
Antes de que Ren se acercase, la castaña se adelantó. Prácticamente corrió hacia ella cuando la vio dirigirse a ellos en concreto. Se detuvo a un par de metros de donde estaba su compañero y le hizo una seña a Ren para que hiciese lo mismo.
— Señorita, se dirige usted a los guardias de Shinogi-To. Por favor, exponga su problema y veremos si podemos ayudarla. — estaba firme y en posición, sería y decidida, como una buena guardia.
Fue entonces cuando Ren les explicó su cometido y su situación actual. Entonces la chica se relajó notablemente al comprobar que Ren era una de los suyos, una kunoichi de tomo y lomo.
— Ah, eres tú. ¡Qué suertuda eres! Yo también quería salir a combatir al Dragón Nocturno. Pero no, 'Koko, es tu turno de guardia' 'No, no vamos a cambiar los turnos porque quieras salir a buscar a un maleante, ya han mandado una genin a hacerlo' 'Tampoco vamos a darte un segundo postre para el disgusto' — habló en otro tono más serio del que estaba utilizando. — ¿Cómo vas? ¿Has descubierto donde guarda la colección de katanas ensangrentadas? Dicen que guarda cada una con la que hiere a un enemigo para después hacer rituales con ellas.
Mientras tanto, el otro guardia solo se había volteado para mirarlas en silencio sin hacer ningún tipo de gesticulación ni intervención.
— Señorita, se dirige usted a los guardias de Shinogi-To. Por favor, exponga su problema y veremos si podemos ayudarla. — estaba firme y en posición, sería y decidida, como una buena guardia.
Fue entonces cuando Ren les explicó su cometido y su situación actual. Entonces la chica se relajó notablemente al comprobar que Ren era una de los suyos, una kunoichi de tomo y lomo.
— Ah, eres tú. ¡Qué suertuda eres! Yo también quería salir a combatir al Dragón Nocturno. Pero no, 'Koko, es tu turno de guardia' 'No, no vamos a cambiar los turnos porque quieras salir a buscar a un maleante, ya han mandado una genin a hacerlo' 'Tampoco vamos a darte un segundo postre para el disgusto' — habló en otro tono más serio del que estaba utilizando. — ¿Cómo vas? ¿Has descubierto donde guarda la colección de katanas ensangrentadas? Dicen que guarda cada una con la que hiere a un enemigo para después hacer rituales con ellas.
Mientras tanto, el otro guardia solo se había volteado para mirarlas en silencio sin hacer ningún tipo de gesticulación ni intervención.