21/08/2022, 11:27
Después de un camino bastante incomodo, el joven shinobi pudo observar un claro a lo lejos, por lo que decidió parar un poco antes de acercarse mas. Antes de seguir caminando limpió un poco la zona donde se encontraba y envainó el arma.. Se encontraba cansado por el difícil camino y estaba incomodo. Durante el camino habia recibido bastantes cortes y se sentía incomodo por lo que decidió revisar su cuerpo y confirmar que no había nada clavado ni nada profundo. Se quitó el haori y lo dejó engancahdo frente a él en una rama y tras eso, abrió el quimono y sacó los brazos quedando su cuerpo libre y el kimono colgando sobre sus piernas enganchado por la cinta que lo sujetaba.
Revisó su cuerpo, no había cortes profundos y podía apreciar que su piel mostraba muestras de irritación causadas por los cortes y picaduras leves que picaban y le incordiaban bastante, pero al menos a primera vista no parecían ser importantes. - Aah... esto pica... y no he traído agua... menudo fallo. En fin, es lo que hay.- Mencionaba mientras terminaba de inspeccionarse brazos y cuerpo de forma visual a lo que alcanzaba la vista y tactil a lo que no. Una vez acabó se volvió a cubrir con el kimono pero no recogió el haori.
Había comprobado que estaba bien y decidió apreciar con mas detalle lo que había frente a él, parecía un regalo despues del paseo. Unos arbustos con frutos azules, y camas de flores bañadas al sol... << Parece un buen sitio para descansar, y también parece un buen lugar para empezar a buscar... Ahora que lo pienso, debí preguntar si esta planta era propensa a crecer al sol o en lugares de sombra... otro error...>> Dijo a la vez que se proponía comenzar a andar, pero entonces le pareció ver algo y quedó quieto. Centró su atención en el frente, no en el bonito paisaje sino en recopilar información y entonces lo percibió, ligeros movimientos y ruidos en los arbustos. << No estoy solo, nuevo fallo...>> Pensó mientras se llevaba la mano a su arma, pero no desenvainó, en lugar de eso decidió agacharse y buscar una piedra o palo en el suelo... pronto encontró una piedra pequeña que su mano, no haría daño a nadie pero podría servir para otras cosas.
Se acercó un poco más apartando las ramas y tratando de ser mas silencioso. Estando todavía a distancia, desenvainó cortó varias ramas para hacer hueco y ruido, y desde ahí lanzó la piedra a los arbustos.
Esperó reacciones en guardia con el arma sujeta con con ambas manos tras lanzar la piedra. No quería aproximarse sin saber si era una ardilla o algo mucho mas grande y peligroso.
Revisó su cuerpo, no había cortes profundos y podía apreciar que su piel mostraba muestras de irritación causadas por los cortes y picaduras leves que picaban y le incordiaban bastante, pero al menos a primera vista no parecían ser importantes. - Aah... esto pica... y no he traído agua... menudo fallo. En fin, es lo que hay.- Mencionaba mientras terminaba de inspeccionarse brazos y cuerpo de forma visual a lo que alcanzaba la vista y tactil a lo que no. Una vez acabó se volvió a cubrir con el kimono pero no recogió el haori.
Había comprobado que estaba bien y decidió apreciar con mas detalle lo que había frente a él, parecía un regalo despues del paseo. Unos arbustos con frutos azules, y camas de flores bañadas al sol... << Parece un buen sitio para descansar, y también parece un buen lugar para empezar a buscar... Ahora que lo pienso, debí preguntar si esta planta era propensa a crecer al sol o en lugares de sombra... otro error...>> Dijo a la vez que se proponía comenzar a andar, pero entonces le pareció ver algo y quedó quieto. Centró su atención en el frente, no en el bonito paisaje sino en recopilar información y entonces lo percibió, ligeros movimientos y ruidos en los arbustos. << No estoy solo, nuevo fallo...>> Pensó mientras se llevaba la mano a su arma, pero no desenvainó, en lugar de eso decidió agacharse y buscar una piedra o palo en el suelo... pronto encontró una piedra pequeña que su mano, no haría daño a nadie pero podría servir para otras cosas.
Se acercó un poco más apartando las ramas y tratando de ser mas silencioso. Estando todavía a distancia, desenvainó cortó varias ramas para hacer hueco y ruido, y desde ahí lanzó la piedra a los arbustos.
Esperó reacciones en guardia con el arma sujeta con con ambas manos tras lanzar la piedra. No quería aproximarse sin saber si era una ardilla o algo mucho mas grande y peligroso.