22/08/2022, 23:35
— Puedo pelear yo. También soy alumna de este dojo, y no me estoy recuperando de una...
Nonononononononononononono. El cerebro de Chika entró en colapso, todas sus neuronas, que eran ella en miniatura y azul, se movían de un lado a otro buscando entre densos manuales cerebrales para encontrar un resquicio legal por el que Kimi no podía hacer esa pelea. ¿Cuales eran los principios del dojo? ¡Seguro que había uno que podía tergiversar para que eso no sucediese!
Pero Kira se le adelantó.
— No. Eres demasiado débil. Te vencería en un periquete, igual que ayer.
¿Qué? Todas sus neuronas se pararon de golpe, mirandose la una a la otra mientras se tapaban la boca. ¿Cómo había dicho eso? ¡¿Es que no tenía ni un solo apice de puto respeto?! Podría haberlo dejado ahí y Chika aún no habría intercedido directamente, pero lo alargó.
— ¡Oh, tengo una idea! Puedes pelear contra el más débil de nosotros. ¿Qué tal te suena eso?
Chika siempre intentaba mediar, ser la neutra y pacifista. Había adoptado el rol de hermana mayor casi de inmediato con la llegada de los nuevos Kaminari. Hasta el momento en que se giró a mirar a Kimi, había considerado a Kira una de sus hermanas, una persona con la que mediar para que todos se llevasen bien. Cuando vio a Kimi completamente destrozada por sus palabras, todo eso se desvaneció.
— ¡Eh! ¡No metas a Kimi en esto! ¿No querías pelear conmigo? Pues yo de ti entrenaría hasta que pueda quitarme la cosa esta. Porque esta vez no será como cuando tenías detrás a tu madre. Esta vez me tendrás a mí delante.
Mientras hablaba se había levantado de un salto y se había colocado justo delante de Kira, claramente enojada. Normalmente le hubiese costado ponerse en pie, pero ni siquiera llegó a usar las manos, casi pareció que el enfado la pusiese en pie. Si tenía que darse de palos con todos y cada uno de ellos para que entendiesen que no podían dañar a Kimi física o emocionalmente, lo haría. Pelearía hasta su última extremidad, hasta su último aliento.
Nonononononononononononono. El cerebro de Chika entró en colapso, todas sus neuronas, que eran ella en miniatura y azul, se movían de un lado a otro buscando entre densos manuales cerebrales para encontrar un resquicio legal por el que Kimi no podía hacer esa pelea. ¿Cuales eran los principios del dojo? ¡Seguro que había uno que podía tergiversar para que eso no sucediese!
Pero Kira se le adelantó.
— No. Eres demasiado débil. Te vencería en un periquete, igual que ayer.
¿Qué? Todas sus neuronas se pararon de golpe, mirandose la una a la otra mientras se tapaban la boca. ¿Cómo había dicho eso? ¡¿Es que no tenía ni un solo apice de puto respeto?! Podría haberlo dejado ahí y Chika aún no habría intercedido directamente, pero lo alargó.
— ¡Oh, tengo una idea! Puedes pelear contra el más débil de nosotros. ¿Qué tal te suena eso?
Chika siempre intentaba mediar, ser la neutra y pacifista. Había adoptado el rol de hermana mayor casi de inmediato con la llegada de los nuevos Kaminari. Hasta el momento en que se giró a mirar a Kimi, había considerado a Kira una de sus hermanas, una persona con la que mediar para que todos se llevasen bien. Cuando vio a Kimi completamente destrozada por sus palabras, todo eso se desvaneció.
— ¡Eh! ¡No metas a Kimi en esto! ¿No querías pelear conmigo? Pues yo de ti entrenaría hasta que pueda quitarme la cosa esta. Porque esta vez no será como cuando tenías detrás a tu madre. Esta vez me tendrás a mí delante.
Mientras hablaba se había levantado de un salto y se había colocado justo delante de Kira, claramente enojada. Normalmente le hubiese costado ponerse en pie, pero ni siquiera llegó a usar las manos, casi pareció que el enfado la pusiese en pie. Si tenía que darse de palos con todos y cada uno de ellos para que entendiesen que no podían dañar a Kimi física o emocionalmente, lo haría. Pelearía hasta su última extremidad, hasta su último aliento.