23/08/2022, 20:48
Raijin escuchó con paciencia y en silencio todo lo que tenía que decirle Chika respecto a lo que sucedió. Aparentemente había sido una discusión por Mika, cosa que esperaba que sucediese tarde o temprano. Lo que no esperaba era que Chika tuviese nada que ver con eso.
— ¿Alguna vez te he hablado de Mika-san? —Le preguntó, pero sabía que en su vida había dicho más bien poco... o nada—. Solíamos ser compañeros de equipo. En aquel entonces ella solía ser bastante famosa.
» Era extremadamente inteligente, aunque era completamente incapaz de leer dos letras juntas. —Le explicó—. Podía leer a cualquier persona de un solo vistazo, pero tardo años en entender lo que ella misma sentía por Kenji-san. También era más fuerte que nadie, pero se preocupaba tanto por todo a su alrededor que nunca podía pelear tranquila. —Él mismo no sabía por qué le estaba contando aquello, pero quizás le ayudaría en algo conocerla un poco más—. La gente solía pensar que ella era perfecta, pero la realidad es que tenía muchos puntos débiles. Por eso en ese entonces creía que debería apoyarla toda mi vida, pues así podría llegar a brillar realmente.
Bajó la mirada por unos segundos. Todavía se culpaba por lo que sucedió. Hasta ahora pensaba que los amigos de su infancia habían muerto porque él no había estado allí para ayudarlos, pero ahora que sabía que Mika estaba viva, todo eso había cambiado. Estaba realmente feliz de saber que estaba viva, pero una vieja herida se abrió con esa información. ¿Qué había sucedido con ella? ¿Por qué nunca volvió a la aldea? ¿Y qué sucedió con Kenji? Si hubiese estado allí en ese entonces, ahora tendría todas las respuestas a esas preguntas. O mejor, nada de eso hubiese sucedido.
— No sé qué la hizo cambiar. —Confesó—. No sé si ha cambiado siquiera, pero parece que algunos de estos chicos siguen confiando en Mika-san, así que no deberías hablar mal de ella, o se sentirán mal.
Si Chika miraba a su padre entonces, lo vería sonriéndole con cariño.
— Al fin y al cabo, no te gustaría que nadie hablase mal de mí ¿verdad?
— ¿Alguna vez te he hablado de Mika-san? —Le preguntó, pero sabía que en su vida había dicho más bien poco... o nada—. Solíamos ser compañeros de equipo. En aquel entonces ella solía ser bastante famosa.
» Era extremadamente inteligente, aunque era completamente incapaz de leer dos letras juntas. —Le explicó—. Podía leer a cualquier persona de un solo vistazo, pero tardo años en entender lo que ella misma sentía por Kenji-san. También era más fuerte que nadie, pero se preocupaba tanto por todo a su alrededor que nunca podía pelear tranquila. —Él mismo no sabía por qué le estaba contando aquello, pero quizás le ayudaría en algo conocerla un poco más—. La gente solía pensar que ella era perfecta, pero la realidad es que tenía muchos puntos débiles. Por eso en ese entonces creía que debería apoyarla toda mi vida, pues así podría llegar a brillar realmente.
Bajó la mirada por unos segundos. Todavía se culpaba por lo que sucedió. Hasta ahora pensaba que los amigos de su infancia habían muerto porque él no había estado allí para ayudarlos, pero ahora que sabía que Mika estaba viva, todo eso había cambiado. Estaba realmente feliz de saber que estaba viva, pero una vieja herida se abrió con esa información. ¿Qué había sucedido con ella? ¿Por qué nunca volvió a la aldea? ¿Y qué sucedió con Kenji? Si hubiese estado allí en ese entonces, ahora tendría todas las respuestas a esas preguntas. O mejor, nada de eso hubiese sucedido.
— No sé qué la hizo cambiar. —Confesó—. No sé si ha cambiado siquiera, pero parece que algunos de estos chicos siguen confiando en Mika-san, así que no deberías hablar mal de ella, o se sentirán mal.
Si Chika miraba a su padre entonces, lo vería sonriéndole con cariño.
— Al fin y al cabo, no te gustaría que nadie hablase mal de mí ¿verdad?