23/08/2022, 21:38
La escena del mostrador pone un poco más nervioso a Kei, que empieza a pensar en todo lo que podría ir mal: como que quizás, la reanudación de la licencia todavía no se hubiera efectuado, ¿podría ser que se estuviera precipitando y que debiera pasar antes por administración?, ¿y si el chico le da la misión sin hacer las comprobaciones pertinentes, y más tarde descubren que todavía está suspendido? Eso sería horrible, qué verguenza, y encima trabajar para nada. Aunque como siempre dice Kisuke, todo trabajo encuentra su recompensa, aunque no sea la esperada.
Kei bosteza.
«Debería decirle algo sobre la licencia.»
Entonces, las palabras del genin adulto hacen eco en su pensamiento. ¿Qué sabe sobre la guerra? Ni siquiera ha visto morir a nadie.
Piensa en si no haber sido llamado a las operaciones ha sido algo bueno o malo. Tampoco habían llamado a Jin y ella era realmente excepcional, así que por el momento se contenta con la idea de haber permanecido en la villa, como aquel genin. ¡Si alguien ataca la villa, nosotros somos los encargados de protegerla! Y alguien debe quedarse aquí para procurar que todo funcione bien. Además, seguro que en la villa quedan jonin y chunin capaces para protegernos a todos; aunque nunca está de más poder ayudar.
Jin responde al genin.
— Si crees que ha sido una suerte, tienes razón. En el campo de batalla tenemos que valernos por nosotros mismos y también tenemos que ser capaces de proteger a nuestros compañeros — por un momento a Kei le parece que el que habla es el hermano mayor de Jin, Tetsuo — El que no confía en su propia fuerza debería quedarse en casa por el bien de todos.
— Todos tenemos un propósito en esta guerra — interviene Kei — El nuestro ahora es que todo funcione bien aquí. Nuestros éxitos también son importantes amigo.
Cuando el chico de recepción señala a Kei que le toca, Jin se levanta del asiento y camina con él hasta el mostrador.
— Vaya lío llevas senpai, si necesitas ayuda no dudes en pedirla — apoya el brazo en el mostrador y se deja caer sobre el.
— Somos Aburame Jin y Shikaku Kei — asiente en señal de respeto — Venimos a por una misión.
Kei bosteza.
«Debería decirle algo sobre la licencia.»
Entonces, las palabras del genin adulto hacen eco en su pensamiento. ¿Qué sabe sobre la guerra? Ni siquiera ha visto morir a nadie.
Piensa en si no haber sido llamado a las operaciones ha sido algo bueno o malo. Tampoco habían llamado a Jin y ella era realmente excepcional, así que por el momento se contenta con la idea de haber permanecido en la villa, como aquel genin. ¡Si alguien ataca la villa, nosotros somos los encargados de protegerla! Y alguien debe quedarse aquí para procurar que todo funcione bien. Además, seguro que en la villa quedan jonin y chunin capaces para protegernos a todos; aunque nunca está de más poder ayudar.
Jin responde al genin.
— Si crees que ha sido una suerte, tienes razón. En el campo de batalla tenemos que valernos por nosotros mismos y también tenemos que ser capaces de proteger a nuestros compañeros — por un momento a Kei le parece que el que habla es el hermano mayor de Jin, Tetsuo — El que no confía en su propia fuerza debería quedarse en casa por el bien de todos.
— Todos tenemos un propósito en esta guerra — interviene Kei — El nuestro ahora es que todo funcione bien aquí. Nuestros éxitos también son importantes amigo.
Cuando el chico de recepción señala a Kei que le toca, Jin se levanta del asiento y camina con él hasta el mostrador.
— Vaya lío llevas senpai, si necesitas ayuda no dudes en pedirla — apoya el brazo en el mostrador y se deja caer sobre el.
— Somos Aburame Jin y Shikaku Kei — asiente en señal de respeto — Venimos a por una misión.