24/08/2022, 13:51
Chika escuchó todo lo que tenía que decirle su padre con la mayor de las atenciones, a pesar de no estar mirandolo directamente. Llegados a ese punto, creía que Raijin tampoco quería que lo hiciese. Lo que le estaba contando era algo realmente intimo y personal. Y era por eso que la peliazul había decidido no decirle nada al respecto.
Porque por dentro no paraba de pensar que no tenía ningún sentido que le contase eso ahora. ¿Estaba intentando que perdonase a Mika por haber: primero, abandonado a Kimi, segundo, adoptado a una decena de niños y en vez de enseñarles algo, cualquier cosa util o social, les enseñase a dar puños como metodo resolutorio de conflictos; tercero, haber secuestrado a Kimi y por último, volver a abandonarla a ella y a la decena de niños asalvajados.
Y esa era la lista corta. Podría entrar en detalles de todas las desgracias que había dejado a su paso. Sin embargo, ahí estaba su padre, ¿defendiendola? Era dificil saber qué le quería decir porque al final de todo soltó un bonito "igual no ha cambiado". Vale, Chika era tonta, muy tonta. Entendía que Raijin tenía alguna intención con todo eso, era completamente incapaz de verla ni de cerca.
Había empezado bien, la intención había sido clara: "Mika no es tan mala, antes era buena." Pero al final quedó en un: "Aunque sea mala, hay que dejar que los niños confien en ella". Entonces, él sabía que era mala, pero prefería dejar a los niños ir por ahí vanagloriandola y poniendola en un pedestal mientras les miraban por encima del hombro porque "ElLoS nO eRaN mIKa."
Y Chika se sobrecargó. No lo entendía y no quería hacerlo. No iba a ir por ahí haciendo como que Mika no era una mala persona.
— Al fin y al cabo, no te gustaría que nadie hablase mal de mí ¿verdad?
No llegó a mirarle. Ahora estaba incluso más deprimida que cuando había salido. No veía salida posible. Raijin estaba a favor de perdonarlo todo y Kimi seguramente también. Ella era la que se había encarado con Mika, la que había tenido que soportar sus ilusiones y ahora estaba intentando criar a sus niños, que la respetaban más a ella que a Raijin, que les había acogido cuando ella las había abandonado. ¿Cómo podía aceptar eso?
— ¿Y si lo hacen qué hago? — su tono fue triste, al borde del llanto.
Se había metido en ese follón por defender a Raijin y a Kimi y ahora todo eso parecía ser lo incorrecto. Parece que debía dejar que hablasen mal de ellos por honrar la memoria de Mika.
Porque por dentro no paraba de pensar que no tenía ningún sentido que le contase eso ahora. ¿Estaba intentando que perdonase a Mika por haber: primero, abandonado a Kimi, segundo, adoptado a una decena de niños y en vez de enseñarles algo, cualquier cosa util o social, les enseñase a dar puños como metodo resolutorio de conflictos; tercero, haber secuestrado a Kimi y por último, volver a abandonarla a ella y a la decena de niños asalvajados.
Y esa era la lista corta. Podría entrar en detalles de todas las desgracias que había dejado a su paso. Sin embargo, ahí estaba su padre, ¿defendiendola? Era dificil saber qué le quería decir porque al final de todo soltó un bonito "igual no ha cambiado". Vale, Chika era tonta, muy tonta. Entendía que Raijin tenía alguna intención con todo eso, era completamente incapaz de verla ni de cerca.
Había empezado bien, la intención había sido clara: "Mika no es tan mala, antes era buena." Pero al final quedó en un: "Aunque sea mala, hay que dejar que los niños confien en ella". Entonces, él sabía que era mala, pero prefería dejar a los niños ir por ahí vanagloriandola y poniendola en un pedestal mientras les miraban por encima del hombro porque "ElLoS nO eRaN mIKa."
Y Chika se sobrecargó. No lo entendía y no quería hacerlo. No iba a ir por ahí haciendo como que Mika no era una mala persona.
— Al fin y al cabo, no te gustaría que nadie hablase mal de mí ¿verdad?
No llegó a mirarle. Ahora estaba incluso más deprimida que cuando había salido. No veía salida posible. Raijin estaba a favor de perdonarlo todo y Kimi seguramente también. Ella era la que se había encarado con Mika, la que había tenido que soportar sus ilusiones y ahora estaba intentando criar a sus niños, que la respetaban más a ella que a Raijin, que les había acogido cuando ella las había abandonado. ¿Cómo podía aceptar eso?
— ¿Y si lo hacen qué hago? — su tono fue triste, al borde del llanto.
Se había metido en ese follón por defender a Raijin y a Kimi y ahora todo eso parecía ser lo incorrecto. Parece que debía dejar que hablasen mal de ellos por honrar la memoria de Mika.