14/02/2016, 04:42
Día a día la joven kunoichi deambulaba por las diversas calles de la aldea, iba y venía sin hacer demasiado, de vez en cuando ayudaba a uno que otro civil que lo solicitaba y otras solo se dedicaba a vaguear y muy rara vez aprovechaba su tiempo para entrenar o para completar verdaderas misiones como shinobi, a causa de esta actitud es que sigue siendo una simple genin pese a su edad y por ello suelen mirarla raro al enterarse de esto aunque con sus excusas siempre lograba hacerse respetar parcialmente.
~ Cuando sea una jonin dejarán de molestar… ~ Se decía a si misma mientras se alejaba un poco de lo que era la villa y se internaba en el bosque que la rodeaba, específicamente se iba a un sector parcialmente circular que le encantaba por el simple hecho de que la luz del sol daba de lleno y en caso de no desear que la luz solar te diera de lleno tenías la opción de recostarte bajo la sombra de un árbol donde justamente había decidido pasar la tarde. Un lugar pacífico donde el silencio solo se rompía por el canto de algún ave o por el sonido de las hojas de los árboles sacudiéndose por alguna brisa que soplaba. Todos detalles naturales que a ella al menos le encantaban y le ayudaban a mantenerse relajada e incluso le servían para borrar parcialmente de su cabeza aquella necesidad de ser elogiada constantemente ya sea por su habilidad o por su belleza.
Lo único para lo que no le servía ese lugar era para olvidarse de tratar su cabello. Más que una necesidad era una total obsesión y para autocomplacerse ya empuñaba el cepillo de cerdas suaves con el que usualmente se peinaba y gracias al cual su dorada cabellera se mantenía impecable casi durante todo el día. — Algún día seré jonin… — Susurró para si misma ya que se encontraba totalmente sola allí.
Aunque… Tanta paz y tranquilidad a veces obliga a uno a reflexionar sobre su vida y tal. ¿Qué había hecho Noemi en todos esos años? ¿Valió la pena? ¿Logró algo? La respuesta era sencilla, había sido un total desperdicio. Ya había cumplido los diecisiete años hacia bastante ya y cuando quisiera hacer memoria ya tendría dieciocho, pero las respuestas a esas preguntas seguirían siendo exactamente las mismas. Años desperdiciados, no era una kunoichi excepcional y apenas si traía dinero a casa, era en pocas palabras un completo fracaso y quién sabe si no le arrebatarían su bandana si se les ocurriese hacerle algún tipo de prueba. ~ Tengo que hacer algo… ~ Pensaba la joven con bastante determinación. O bueno, eso pensó pero al estar tan relajada en ese hermoso lugar y sin hacer absolutamente nada terminó por dormirse allí mismo.
Las horas pasaron y Sakamoto al fin despertó justo al atardecer, había llegado allí al mediodía y fácil habrían pasado unas cinco horas. ~ Bien… Si no entreno no mejoraré y Yubiwa nunca me tendrá en cuenta… ~ Dijo en su mente la kunoichi mientras se sacudía la suciedad que pudiese habérsele pegado en su vestimenta al estar recostada sobre la hierba y se acercó al tronco de uno de los árboles para hacer una pequeña diana en la corteza haciendo uso de su katana. ~ Once tiros… ~ Sin más, Noemi se alejó lo más que pudo sin tener que internarse nuevamente en el bosque y comenzó a lanzar todas sus armas, todos los shurikens y senbons fueron arrojados en dirección a la diana pero no todos impactaron con esta, incluso pensó en usar alguna que otra piedra junto con su chakra pero sería un desperdicio ya que no sabría si logró dar en el blanco o no.
~ Cuando sea una jonin dejarán de molestar… ~ Se decía a si misma mientras se alejaba un poco de lo que era la villa y se internaba en el bosque que la rodeaba, específicamente se iba a un sector parcialmente circular que le encantaba por el simple hecho de que la luz del sol daba de lleno y en caso de no desear que la luz solar te diera de lleno tenías la opción de recostarte bajo la sombra de un árbol donde justamente había decidido pasar la tarde. Un lugar pacífico donde el silencio solo se rompía por el canto de algún ave o por el sonido de las hojas de los árboles sacudiéndose por alguna brisa que soplaba. Todos detalles naturales que a ella al menos le encantaban y le ayudaban a mantenerse relajada e incluso le servían para borrar parcialmente de su cabeza aquella necesidad de ser elogiada constantemente ya sea por su habilidad o por su belleza.
Lo único para lo que no le servía ese lugar era para olvidarse de tratar su cabello. Más que una necesidad era una total obsesión y para autocomplacerse ya empuñaba el cepillo de cerdas suaves con el que usualmente se peinaba y gracias al cual su dorada cabellera se mantenía impecable casi durante todo el día. — Algún día seré jonin… — Susurró para si misma ya que se encontraba totalmente sola allí.
Aunque… Tanta paz y tranquilidad a veces obliga a uno a reflexionar sobre su vida y tal. ¿Qué había hecho Noemi en todos esos años? ¿Valió la pena? ¿Logró algo? La respuesta era sencilla, había sido un total desperdicio. Ya había cumplido los diecisiete años hacia bastante ya y cuando quisiera hacer memoria ya tendría dieciocho, pero las respuestas a esas preguntas seguirían siendo exactamente las mismas. Años desperdiciados, no era una kunoichi excepcional y apenas si traía dinero a casa, era en pocas palabras un completo fracaso y quién sabe si no le arrebatarían su bandana si se les ocurriese hacerle algún tipo de prueba. ~ Tengo que hacer algo… ~ Pensaba la joven con bastante determinación. O bueno, eso pensó pero al estar tan relajada en ese hermoso lugar y sin hacer absolutamente nada terminó por dormirse allí mismo.
Las horas pasaron y Sakamoto al fin despertó justo al atardecer, había llegado allí al mediodía y fácil habrían pasado unas cinco horas. ~ Bien… Si no entreno no mejoraré y Yubiwa nunca me tendrá en cuenta… ~ Dijo en su mente la kunoichi mientras se sacudía la suciedad que pudiese habérsele pegado en su vestimenta al estar recostada sobre la hierba y se acercó al tronco de uno de los árboles para hacer una pequeña diana en la corteza haciendo uso de su katana. ~ Once tiros… ~ Sin más, Noemi se alejó lo más que pudo sin tener que internarse nuevamente en el bosque y comenzó a lanzar todas sus armas, todos los shurikens y senbons fueron arrojados en dirección a la diana pero no todos impactaron con esta, incluso pensó en usar alguna que otra piedra junto con su chakra pero sería un desperdicio ya que no sabría si logró dar en el blanco o no.