2/09/2022, 23:00
La pared, afectada por el incendio, cayó ante la fuerza de la técnica de Ren. Los escombros salieron despedidos hacia la calle y cuatro gatos que se habían parado a cotillear. Entre ellos, estaba la chica rubia que la había recibido al ir al edificio esa tarde.
Ésta, cuando la vio saltar del edificio en llamas, se acercó a ambas con preocupación.
— ¡Kiara-san! ¿Está bien? ¿Qué hacía todavía en el edificio? — se agachó para hablar con la mujer pelirroja pero esta no respondió. — ¡Oh, dios mio! ¡Kiara-san! Contesteme.
La zarandeó levemente y rápidamente empezó a lagrimear. Vestía una bata por encima de un pijama y llevaba unas zapatillas, así que lo más probable era que viviese cerca y hubiese salido al oír el estruendo.
Ésta, cuando la vio saltar del edificio en llamas, se acercó a ambas con preocupación.
— ¡Kiara-san! ¿Está bien? ¿Qué hacía todavía en el edificio? — se agachó para hablar con la mujer pelirroja pero esta no respondió. — ¡Oh, dios mio! ¡Kiara-san! Contesteme.
La zarandeó levemente y rápidamente empezó a lagrimear. Vestía una bata por encima de un pijama y llevaba unas zapatillas, así que lo más probable era que viviese cerca y hubiese salido al oír el estruendo.