2/09/2022, 23:10
Chika no dijo nada, ni siquiera cambio su sonrisa. Como ya había dicho, cuando ella llegó le gruñía a Raijin y Kimi y así es cómo se estaba tomando las cosas feas que le estaba diciendo Kira. Solo estaba negando todo lo que Chika le dijese para no aceptar que ahora tenía a alguien que se preocupaba por ella y que la protegería. Todas piensan que no necesitan ser protegidas y que serlo es signo de debilidad.
Sin embargo, todo eso le daba igual a Chika. Le daba igual que Kira la odiase por protegerla. O incluso si lo hacía Kimi. Las protegería igual. Prefería cien veces vivir bajo su odio que volver a vivir algo como lo que había tenido que vivir con su hermana.
— Sí, lo he estado pensando mucho. Pero, sinceramente, no es algo que pueda ni quiera cambiar. No hay ningún motivo en el mundo que me parezca valido para dejar de protegeros, así que seguiré haciendolo. Puede que cambie la forma de hacerlo en temas más de hablar que de pelear. Pero lo importante es que sepas que siempre estaré ahí cuando me necesites o estes en peligro. Ese era el mensaje que quería hacerte llegar. Al final todo esto solo ha sido una discusión tonta, eso no cambia nada de lo importante.
De nuevo, Chika habló como si acabase de soltar la gran perla filosofica del amor familiar. Casi podía empezar a entender por qué a Raijin le gustaba tanto dar esas monsergas. Decir cosas buenas sienta bien y Chika se sentía más que capaz de cumplirlas.
Sin embargo, todo eso le daba igual a Chika. Le daba igual que Kira la odiase por protegerla. O incluso si lo hacía Kimi. Las protegería igual. Prefería cien veces vivir bajo su odio que volver a vivir algo como lo que había tenido que vivir con su hermana.
— Sí, lo he estado pensando mucho. Pero, sinceramente, no es algo que pueda ni quiera cambiar. No hay ningún motivo en el mundo que me parezca valido para dejar de protegeros, así que seguiré haciendolo. Puede que cambie la forma de hacerlo en temas más de hablar que de pelear. Pero lo importante es que sepas que siempre estaré ahí cuando me necesites o estes en peligro. Ese era el mensaje que quería hacerte llegar. Al final todo esto solo ha sido una discusión tonta, eso no cambia nada de lo importante.
De nuevo, Chika habló como si acabase de soltar la gran perla filosofica del amor familiar. Casi podía empezar a entender por qué a Raijin le gustaba tanto dar esas monsergas. Decir cosas buenas sienta bien y Chika se sentía más que capaz de cumplirlas.