9/09/2022, 16:07
El propietario del despacho sonrió ante la intervención de Ren.
— Mira lo que ha traido en la boca el perro. Esperaba que os mataseis entre vosotros, pero para eso tendrías que saber hacer algo más que olerle el culo todo el rato.
El Vigilante se apartó levemente de Ren, preocupado por la entrada en escena de una segunda persona. Su cosa era no dejarse ver y últimamente parecía que todo eso había sido un maldito chiste. Tenía que salir de allí, su cosa no era el enfrentamiento directo, pero Ren estaba en la única salida disponible.
— Entregate, no tienes a donde ir. — intentó amenazar con confianza.
— Mira lo que ha traido en la boca el perro. Esperaba que os mataseis entre vosotros, pero para eso tendrías que saber hacer algo más que olerle el culo todo el rato.
El Vigilante se apartó levemente de Ren, preocupado por la entrada en escena de una segunda persona. Su cosa era no dejarse ver y últimamente parecía que todo eso había sido un maldito chiste. Tenía que salir de allí, su cosa no era el enfrentamiento directo, pero Ren estaba en la única salida disponible.
— Entregate, no tienes a donde ir. — intentó amenazar con confianza.