23/09/2022, 01:06
Cuando Yukiko Yuki había escuchado el apellido de Kinumi, esperaba encontrarse con algo. No con una maestra del Ninjutsu, pues no la necesitaría si lo fuese, pero sí con algo. Todo el día tuvo frente suyo a una chica inexperta, débil y muy floja. Tenía algunos puntos en voluntad, aún así, pues terminó el entrenamiento, pero en lo respectaba a talento... todavía era demasiado pronto para juzgarlo.
Al llegar a casa, la jōnin pudo ver como su alumna se marchaba directamente a dormir, en lugar de cenar primero. Una decisión de la que se arrepentiría al día siguiente, pero no sería ella quien se lo avisase. Dejaría que la experiencia se lo mostrase en su lugar, además, prefería cenar a solas. Todavía necesitaba el tiempo para digerir todo lo que le había pasado.
Kinumi tuvo una hora entera de calma, e incluso de sueño, mientras Yuki se tomaba una ducha y se vestía, pero cuando terminó esa hora...
— ¿Qué cojones estás haciendo aquí?
... Se encontraría con Yuki, que acababa de meterse en la cama de Toshio.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.