25/09/2022, 18:40
Yuki se levantó bastante temprano por la mañana. Fue lavarse la cara, a desayunar, a lavarse los dientes... ¡incluso le dio tiempo de limpiar! Y la maldita niña todavía no estaba de pie. ¿Quizás murió del cansancio? No. Eso era imposible. Nadie que se estuviese muriendo del cansancio podría moverse tanto mientras duerme, así que decidida, Yuki volvió a la habitación de Toshio.
— ¿¡Cuánto rato más piensas dormir!? —Le gritaría, mientras le arrebataba la sábana, lanzándola por los aires—. ¡Arriba!
Lo primero que Kinumi vería por la mañana, si es que no había salido volando y se había estampado con algo, sería a su nueva maestra, de pie frente a la cama y con la misma camiseta que ella llevaba.
— ¿Y qué llevas puesto?
— ¿¡Cuánto rato más piensas dormir!? —Le gritaría, mientras le arrebataba la sábana, lanzándola por los aires—. ¡Arriba!
Lo primero que Kinumi vería por la mañana, si es que no había salido volando y se había estampado con algo, sería a su nueva maestra, de pie frente a la cama y con la misma camiseta que ella llevaba.
— ¿Y qué llevas puesto?
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.