15/02/2016, 00:11
Mi atención solo la tenía una persona, el peliblanco, sin embargo, el escándalo y el bululú que estaba en mis cercanías era bastante difícil obviarles, por lo que de vez en cuando miraba un poco a mis alrededores, por si observaba algo raro, cosa que nunca me había pasado antes.
A mis oídos llegaron los chillidos de una mujer, por lo que me distraje a ver qué era lo que sucedía, al parecer un sujeto estaba despojando de su pertenencia a una señora, y se estaba dando a la fuga; vamos un típico robo en el centro de la ciudad, seguí al malhechor con mis orbes y me sorprendí al ver como era embestido por el peliblanco. –Vaya, nos salió heroico el extranjero.- Murmuré.
Vi como los guardias mantuvieron el orden y se dirigieron al moreno, ellos imponían respeto, y si no era así lo hacían imponer, o eso intentaban. Por mi parte desaparecí de mi lugar para hacerme en unos segundos hasta la tienda en donde había estado Kazuma, quizás había soltado la lengua en aquel lugar y podría obtener algo de información.
En cuanto llegué me identifique, aunque eso estaba demás, mi placa debía mostrar autoridad, por lo menos la necesaria; no tardé en realizar preguntas a la encargada del lugar y escuchar sus respuestas. – ¿Qué no dijo nada?- Pregunté bastante alto, llamando la atención. –¿Seguro?-Insistió. -De acuerdo, gracias por su colaboración.- Entonces decidí salir del lugar para volver a cuidar al peliblanco. -¿Cómo?- Se volteó incrédulo. -No lo conozco de nada, no tengo porque.- Intenté excusarme. -Bien, pagaré-Suspiro y sacó los ryos para entregárselos a la chica y poder marcharse.
Al regresar pude ver que él se encontraba en la fuente, echándose agua en la cara. “¿No le fue suficiente con el té o acaso pretende también ducharse en la fuente también?” Se dijo malhumorado, iba a cobrarle los ryos que tuvo que gastar en su nombre, pero no sería en ese momento.
Me oculté nuevamente, no debía percatarse de mi presencia, por lo que volví a la posición inicial, en el edificio donde tenía una buena vista del panorama, lo vi echarse agua y estar cerca de la fuente por un buen rato, me pareció interminable, ¿no pensaba moverse de nuevo? Finalmente parece que me escuchó porque empezó a moverse y yo con él.
Desde las alturas vi que se acercaba a una calle menos transitada, a lo mejor iba a hacer algún tipo de intercambio o vender algún producto, así que empecé a acercarme más de forma discreta, después de todo había escuchado rumores de esa zona del poblado.
De la nada 6 sujetos rodearon el peliblanco, no se veía nada bien, pero no podía intervenir, no por el momento, necesitaba ver y escuchar más, así podría asegurarme de lo que sucedía ahí.
A mis oídos llegaron los chillidos de una mujer, por lo que me distraje a ver qué era lo que sucedía, al parecer un sujeto estaba despojando de su pertenencia a una señora, y se estaba dando a la fuga; vamos un típico robo en el centro de la ciudad, seguí al malhechor con mis orbes y me sorprendí al ver como era embestido por el peliblanco. –Vaya, nos salió heroico el extranjero.- Murmuré.
Vi como los guardias mantuvieron el orden y se dirigieron al moreno, ellos imponían respeto, y si no era así lo hacían imponer, o eso intentaban. Por mi parte desaparecí de mi lugar para hacerme en unos segundos hasta la tienda en donde había estado Kazuma, quizás había soltado la lengua en aquel lugar y podría obtener algo de información.
En cuanto llegué me identifique, aunque eso estaba demás, mi placa debía mostrar autoridad, por lo menos la necesaria; no tardé en realizar preguntas a la encargada del lugar y escuchar sus respuestas. – ¿Qué no dijo nada?- Pregunté bastante alto, llamando la atención. –¿Seguro?-Insistió. -De acuerdo, gracias por su colaboración.- Entonces decidí salir del lugar para volver a cuidar al peliblanco. -¿Cómo?- Se volteó incrédulo. -No lo conozco de nada, no tengo porque.- Intenté excusarme. -Bien, pagaré-Suspiro y sacó los ryos para entregárselos a la chica y poder marcharse.
Al regresar pude ver que él se encontraba en la fuente, echándose agua en la cara. “¿No le fue suficiente con el té o acaso pretende también ducharse en la fuente también?” Se dijo malhumorado, iba a cobrarle los ryos que tuvo que gastar en su nombre, pero no sería en ese momento.
Me oculté nuevamente, no debía percatarse de mi presencia, por lo que volví a la posición inicial, en el edificio donde tenía una buena vista del panorama, lo vi echarse agua y estar cerca de la fuente por un buen rato, me pareció interminable, ¿no pensaba moverse de nuevo? Finalmente parece que me escuchó porque empezó a moverse y yo con él.
Desde las alturas vi que se acercaba a una calle menos transitada, a lo mejor iba a hacer algún tipo de intercambio o vender algún producto, así que empecé a acercarme más de forma discreta, después de todo había escuchado rumores de esa zona del poblado.
De la nada 6 sujetos rodearon el peliblanco, no se veía nada bien, pero no podía intervenir, no por el momento, necesitaba ver y escuchar más, así podría asegurarme de lo que sucedía ahí.