14/10/2022, 16:41
Suzume leyó la respuesta de Ayame.
—¡Oh, eso sería de lo más genial! ¿Harías eso por mí? —Dio un par de aplausos silenciosos —. ¡Eres muy amable, Ayame-san! Dices que... ¿Conoces a varios Kusajin? ¡Oh! ¿Sales mucho de la aldea? ¡Qué genial! Yo lo haré cuando sea mejor y más fuerte... Sigo siendo una debilucha.
Se rió mientras alzaba el brazo para flexionar un músculo que ni siquiera resaltaba. Se preguntó entonces si Ayame había charlado con todas las personas por medio de una libreta, a como lo hacía con ella. O tal vez usaba un lenguaje de señas.
—¡Oh, eso sería de lo más genial! ¿Harías eso por mí? —Dio un par de aplausos silenciosos —. ¡Eres muy amable, Ayame-san! Dices que... ¿Conoces a varios Kusajin? ¡Oh! ¿Sales mucho de la aldea? ¡Qué genial! Yo lo haré cuando sea mejor y más fuerte... Sigo siendo una debilucha.
Se rió mientras alzaba el brazo para flexionar un músculo que ni siquiera resaltaba. Se preguntó entonces si Ayame había charlado con todas las personas por medio de una libreta, a como lo hacía con ella. O tal vez usaba un lenguaje de señas.