16/02/2016, 01:03
Encontrar un lugar indicado en un mapa y dicho sea de paso, teniendo dicho mapa en mano no debería de ser tan difícil, aunque sea orientarse en la dirección adecuada. Pero nadie nunca tuvo en cuenta las limitaciones de la rubia que nunca se dignó a echarse al agua y aprender a nadar y tampoco a usar su chakra para andar sobre el agua. En otras palabras, el territorio del país del fuego resultaba ser uno de los laberintos más difíciles con los que se había topado en su existencia, después de todo con mantener una mano pegada a una pared era más que suficiente para encontrar la salida de cualquiera, pero aquí no había paredes, habían ríos y riscos donde no podía apoyar la mano y listo.
Era ahora cuando a Noemi se le devolvía la idea de hacerse famosa por su belleza. ~ Ni siquiera tengo que esforzarme… ~ Pensaba la kunoichi, además de que estaba suponiendo tal vez más cosas de las que debería, como que no habría ninguna otra fémina que le hiciera la contra y bueno, de entre los árboles, como caída del cielo ahí estaba aquella hembra que la de Taki supuso no existiría. Una chica claramente más joven que ella, de cabello corto y celeste con un rostro simplemente perfecto y su cuerpo, si bien no es comparable a las ya existentes curvas de la Sakamoto, era muy posible que en un futuro no muy lejano le llegase a la altura o inclusive podría darse el caso en que la terminasen superando. ~ Por la santísima mierda… Voy a tener que entrenar… ~ Dijo en su cabeza con una mueca de horror en el rostro como si tuviese un fantasma frente a ella.
Pero que va, la chica no se le había presentado para burlarse ni nada por el estilo, por lo menos con esa sonrisa y su alegre voz daba una sensación de tranquilidad a la de Taki que a estas alturas ya había logrado dominar los músculos de su rostro para esbozar una sonrisa un tanto nerviosa. — Este… Si… — Dijo claramente nerviosa mientras sacaba el mapa de su portaobjetos para mostrárselo a la menor. — ¿Sabes cómo llegar aquí…? — Consultó apoyando suavemente el dedo en un lugar marcado, supuestamente los dojos que ella al menos ignoraba que se encontrasen literalmente a su lado. ~ Esta chica es demasiado linda… ~ Pensaba la rubia mientras analizaba discretamente con la mirada a la jovensita de cabellos celestes hasta que pudo divisar que traía una bandana… En la frente, oculta bajo el flequillo.
Era ahora cuando a Noemi se le devolvía la idea de hacerse famosa por su belleza. ~ Ni siquiera tengo que esforzarme… ~ Pensaba la kunoichi, además de que estaba suponiendo tal vez más cosas de las que debería, como que no habría ninguna otra fémina que le hiciera la contra y bueno, de entre los árboles, como caída del cielo ahí estaba aquella hembra que la de Taki supuso no existiría. Una chica claramente más joven que ella, de cabello corto y celeste con un rostro simplemente perfecto y su cuerpo, si bien no es comparable a las ya existentes curvas de la Sakamoto, era muy posible que en un futuro no muy lejano le llegase a la altura o inclusive podría darse el caso en que la terminasen superando. ~ Por la santísima mierda… Voy a tener que entrenar… ~ Dijo en su cabeza con una mueca de horror en el rostro como si tuviese un fantasma frente a ella.
Pero que va, la chica no se le había presentado para burlarse ni nada por el estilo, por lo menos con esa sonrisa y su alegre voz daba una sensación de tranquilidad a la de Taki que a estas alturas ya había logrado dominar los músculos de su rostro para esbozar una sonrisa un tanto nerviosa. — Este… Si… — Dijo claramente nerviosa mientras sacaba el mapa de su portaobjetos para mostrárselo a la menor. — ¿Sabes cómo llegar aquí…? — Consultó apoyando suavemente el dedo en un lugar marcado, supuestamente los dojos que ella al menos ignoraba que se encontrasen literalmente a su lado. ~ Esta chica es demasiado linda… ~ Pensaba la rubia mientras analizaba discretamente con la mirada a la jovensita de cabellos celestes hasta que pudo divisar que traía una bandana… En la frente, oculta bajo el flequillo.