28/11/2022, 01:28
¡BAM! El golpe de Chika impactó de lleno en la pierna de Dai, que salió despedido mientras giraba sin control a ras del suelo, levantándose prácticamente por inercia en cuanto su espalda toco el suelo y trastabillando un poco mientras reculaba.
— ¡No ha sido una caída! ¡Continúen! —Anunció Raijin para que no detengan el combate.
Pero algo andaba mal. Dai había desactivado su técnica a la vez que Go había aparecido justo a su lado para sostenerlo, mientras el primero apoyaba todo su peso en la pierna que no había sido golpeada y en su hermano. Parece que había sufrido algún tipo de contusión en la pierna.
— M-me rindo... —Anunció el chiquillo en voz baja mientras levantaba una mano.
Raijin le echó una mirada al joven y asintió. Chika podía saber que no se trataba de nada grave, pues su padre no había reaccionado inmediatamente.
— ¡Fin del combate!
Los chicos empezaron a acercarse a las hermanas para felicitarlas por el combate. Kira se adelantó para darles un fuerte abrazo a ambos.
— ¡Lo habéis hecho súper bien! —Les dijo, mientras los apretujaba—. Os habéis hecho muy fuertes ¿eh? Cabroncetes. Casi nos pilláis.
Sin ninguna piedad, Kira estaba avergonzando y despeinando a sus hermanos con una casualidad que se le hacía extraña a Kimi y a Raijin, que estaban acostumbrados a encuentros más serios, a falta de una palabra mejor. Cuando finalmente fueron soltados, Dai se acercó junto a su hermano a Chika.
— Tu técnica fue muy chula, onee-chan. —Le dijo, ofreciéndole la mano y sonriendo ampliamente—. ¡Buen combate!
— ¡No ha sido una caída! ¡Continúen! —Anunció Raijin para que no detengan el combate.
Pero algo andaba mal. Dai había desactivado su técnica a la vez que Go había aparecido justo a su lado para sostenerlo, mientras el primero apoyaba todo su peso en la pierna que no había sido golpeada y en su hermano. Parece que había sufrido algún tipo de contusión en la pierna.
— M-me rindo... —Anunció el chiquillo en voz baja mientras levantaba una mano.
Raijin le echó una mirada al joven y asintió. Chika podía saber que no se trataba de nada grave, pues su padre no había reaccionado inmediatamente.
— ¡Fin del combate!
Los chicos empezaron a acercarse a las hermanas para felicitarlas por el combate. Kira se adelantó para darles un fuerte abrazo a ambos.
— ¡Lo habéis hecho súper bien! —Les dijo, mientras los apretujaba—. Os habéis hecho muy fuertes ¿eh? Cabroncetes. Casi nos pilláis.
Sin ninguna piedad, Kira estaba avergonzando y despeinando a sus hermanos con una casualidad que se le hacía extraña a Kimi y a Raijin, que estaban acostumbrados a encuentros más serios, a falta de una palabra mejor. Cuando finalmente fueron soltados, Dai se acercó junto a su hermano a Chika.
— Tu técnica fue muy chula, onee-chan. —Le dijo, ofreciéndole la mano y sonriendo ampliamente—. ¡Buen combate!