29/11/2022, 03:28
(Última modificación: 29/11/2022, 03:32 por Tsukiyama Daigo. Editado 1 vez en total.)
"Contraataque" ¿Eh? Raijin se rio un poco. Era un nombre descriptivo, sin duda y no era nada raro. El Karate estaba lleno de nombres como ese. "Patada frontal" y "puñetazo recto" eran algunos de los muchos ejemplos que podría nombrar Raijin sin esforzarse en pensar mucho.
— Es un buen nombre, y una muy buena técnica. —Le dijo a su hija, orgulloso—. Has hecho un buen trabajo. Descansen.
No podía estar más contento. Chika había conseguido desarrollar ella sola una técnica que, en su simplicidad, representaba todo lo que debía ser el Karate Kaminari: una firme defensa que era a la vez un contraataque que devolvía el mismo daño al oponente. Complacido, el hombre volvió a alejarse del grupo para anunciar el último combate de la ronda.
— ¡Kimi, Miki, Hotaru, Kenshin! —De nuevo, anunció los nombres con firmeza—. ¡Les toca!
Kenshin se levantó en seguida, yendo a su posición, pero se detuvo a medio camino al darse cuenta de que su hermano no lo seguía.
— ¿Ash...?
Al girarse, pudo ver como Hotaru se estaba esforzando mucho en despegarse a Mami, que no quería soltarlo. Tardó varios segundos en conseguirlo. Mientras tanto, Kimi intentaba hablar con Miki, que no había desactivado su armadura en ningún momento.
— Miki, deberíamos...
— Miki-san. —La corrigió enseguida—. Y no me digas qué hacer.
— Es un buen nombre, y una muy buena técnica. —Le dijo a su hija, orgulloso—. Has hecho un buen trabajo. Descansen.
No podía estar más contento. Chika había conseguido desarrollar ella sola una técnica que, en su simplicidad, representaba todo lo que debía ser el Karate Kaminari: una firme defensa que era a la vez un contraataque que devolvía el mismo daño al oponente. Complacido, el hombre volvió a alejarse del grupo para anunciar el último combate de la ronda.
— ¡Kimi, Miki, Hotaru, Kenshin! —De nuevo, anunció los nombres con firmeza—. ¡Les toca!
Kenshin se levantó en seguida, yendo a su posición, pero se detuvo a medio camino al darse cuenta de que su hermano no lo seguía.
— ¿Ash...?
Al girarse, pudo ver como Hotaru se estaba esforzando mucho en despegarse a Mami, que no quería soltarlo. Tardó varios segundos en conseguirlo. Mientras tanto, Kimi intentaba hablar con Miki, que no había desactivado su armadura en ningún momento.
— Miki, deberíamos...
— Miki-san. —La corrigió enseguida—. Y no me digas qué hacer.