4/12/2022, 19:42
Suzume suspiró, algo aliviada de no haber metido la pata, y sonrió.
—¿Qué tal que te invito a mi siguiente presentación? Podrás escuchar la canción que canté hace un rato, pero con música real —soltó una risita mientras escirbía la dirección de un salón de eventos en una de las hojas de la libreta. La arrancó, la dobló y se la dio a Ayame —. Tal vez escuchar canto te ayude a llamar a tu voz de nuevo. Tal vez... Ella también está perdida y necesita encontrarte.
Le dedicó la más dulce y cálida sonrisa que pudo.
—¿Qué tal que te invito a mi siguiente presentación? Podrás escuchar la canción que canté hace un rato, pero con música real —soltó una risita mientras escirbía la dirección de un salón de eventos en una de las hojas de la libreta. La arrancó, la dobló y se la dio a Ayame —. Tal vez escuchar canto te ayude a llamar a tu voz de nuevo. Tal vez... Ella también está perdida y necesita encontrarte.
Le dedicó la más dulce y cálida sonrisa que pudo.