14/12/2022, 19:21
Le alegró mucho que Ayame pareciese contenta de ser invitada, y le regaló una sonrisa tan brillante como sus ojos. Leyó la última nota de la chica.
—Oh, no. ¡El placer ha sido todo mío, Ayame-san! ¡Te buscaré entre la gente! ¡A la chica de la bonita luna azul!
Suzume le devolvió la reverencia y se despidió también con un gesto de mano. De vuelta a casa, Suzume se la pasó imaginando que invitaba al escenario a Ayame, y juntas cantaban, dando un espectáculo sin igual. La idol realmente deseaba que su nueva amiga reencontrara su voz, que aquello no se quedara como una simple canción perdida en la lluvia, sino un hermoso concierto a futuro. Por eso ella misma quería cantar, para dar su voz a quienes les cueste usarla.
¡Ah, ya lo veía! ¡Sí! De pronto la inspiración golpeó a Suzume, y pasó el resto de la noche escribiendo en su habitación.
—Oh, no. ¡El placer ha sido todo mío, Ayame-san! ¡Te buscaré entre la gente! ¡A la chica de la bonita luna azul!
Suzume le devolvió la reverencia y se despidió también con un gesto de mano. De vuelta a casa, Suzume se la pasó imaginando que invitaba al escenario a Ayame, y juntas cantaban, dando un espectáculo sin igual. La idol realmente deseaba que su nueva amiga reencontrara su voz, que aquello no se quedara como una simple canción perdida en la lluvia, sino un hermoso concierto a futuro. Por eso ella misma quería cantar, para dar su voz a quienes les cueste usarla.
¡Ah, ya lo veía! ¡Sí! De pronto la inspiración golpeó a Suzume, y pasó el resto de la noche escribiendo en su habitación.