16/02/2016, 12:25
—Bueno, si hubiera sabido esto hubiese preferido las collejas de mamá.
Daruu siguió también con su risa la comparsa del baile de la de Yota. Observó al chamán con espanto mientras machacaba las arañas en su mortero. Estaba demasiado horrorizado con el espectáculo como para prestar atención a su compañero, que tenía los ojos abiertos y los dientes muy apretados, los puños cerrados como si estuvieran asesinando a su propia familia.
Se levantó de un golpe y le dio un manotazo al mortero, que salió volando y se rompió en la pared, desperdigando sangre de araña por toda la cabaña.
«¡¡¡¡EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEK!!!!»
Intentó levantar la mano para detener a Yota, pero fue inútil, ya intentaba abatir al chamán de un golpe.
Y sin embargo.
El chamán se volvió con una agilidad que no había visto nunca en un ser humano, siquiera en un ninja. Agarró a Yota por la nuca con celeridad y lo estampó contra la pared contraria sin que éste pudiera tener tiempo a reaccionar. Tocó con el bastón el suelo y el bastón metamorfoseó en una sierpe que envolvió al compañero de Daruu de pies y manos y lo ató por completo. La sierpe se derritió, como una especie de tinta negra, y dejó a Yota adherido a la pared como una simple pegatina.
Abrió el armario y sacó otro bastón, un poco más grande y de madera más retorcida.
—El bastón era nuevo. Y las arañas, y el mortero. ¡Muy caros, muy caros! ¡UN!
PLAS.
—¡CHACA!
PLOC.
—¡CHACA!
ZASCA.
—¡ÚN!
BAM.
Los golpes en la cocorota que le estaba dando a Yota le iban a dejar un buen chichón. Seguro.
—Esto... señor... Señor, es que el pobre está un poco piripi y de vez en cuando tiene estos ataques, no es su culpa, él...
El chamán se acercó a Daruu y el muchacho se cubrió la cabeza instintivamente.
—Que te calle, gilipolla, contigo no estoy hablando —dijo, atropelladamente, y sabiendo que Daruu se había cubierto la cabeza le dio con el bajo del bastón en toda la espinilla.
—¡AYYYCH! —Daruu se arrodillo y se agarró la pierna, dolorido.
Daruu siguió también con su risa la comparsa del baile de la de Yota. Observó al chamán con espanto mientras machacaba las arañas en su mortero. Estaba demasiado horrorizado con el espectáculo como para prestar atención a su compañero, que tenía los ojos abiertos y los dientes muy apretados, los puños cerrados como si estuvieran asesinando a su propia familia.
Se levantó de un golpe y le dio un manotazo al mortero, que salió volando y se rompió en la pared, desperdigando sangre de araña por toda la cabaña.
«¡¡¡¡EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEK!!!!»
Intentó levantar la mano para detener a Yota, pero fue inútil, ya intentaba abatir al chamán de un golpe.
Y sin embargo.
El chamán se volvió con una agilidad que no había visto nunca en un ser humano, siquiera en un ninja. Agarró a Yota por la nuca con celeridad y lo estampó contra la pared contraria sin que éste pudiera tener tiempo a reaccionar. Tocó con el bastón el suelo y el bastón metamorfoseó en una sierpe que envolvió al compañero de Daruu de pies y manos y lo ató por completo. La sierpe se derritió, como una especie de tinta negra, y dejó a Yota adherido a la pared como una simple pegatina.
Abrió el armario y sacó otro bastón, un poco más grande y de madera más retorcida.
—El bastón era nuevo. Y las arañas, y el mortero. ¡Muy caros, muy caros! ¡UN!
PLAS.
—¡CHACA!
PLOC.
—¡CHACA!
ZASCA.
—¡ÚN!
BAM.
Los golpes en la cocorota que le estaba dando a Yota le iban a dejar un buen chichón. Seguro.
—Esto... señor... Señor, es que el pobre está un poco piripi y de vez en cuando tiene estos ataques, no es su culpa, él...
El chamán se acercó a Daruu y el muchacho se cubrió la cabeza instintivamente.
—Que te calle, gilipolla, contigo no estoy hablando —dijo, atropelladamente, y sabiendo que Daruu se había cubierto la cabeza le dio con el bajo del bastón en toda la espinilla.
—¡AYYYCH! —Daruu se arrodillo y se agarró la pierna, dolorido.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)