16/02/2016, 17:12
De vez en cuando sentaba bien darse un tiempo para relajarse aunque esta kunoichi se la pasaba delirando y simulando estar feliz. La realidad era otra y es que realmente se sentía vacía y no tenía demasiados motivos para seguir dentro del a aldea y mucho menos como kunoichi, después de todo, si no sientes ningún aprecio por tu tierra natal ¿para qué vas a intentar protegerla? Lo único que ella necesitaba de Takigakure era la máscara que traía en el rostro, cubriendo totalmente el propio aunque el maquillaje el día de hoy había decidido ahorrárselo, después de todo no lo necesitaría en el lugar al que se dirigía.
Como la costumbre lo dictaba, una mirada desaprobatoria se hizo presente en todos aquellos que se cruzaba y claro, los que la reconocían cosa que no era demasiado difícil mientras llevara la máscara. ~ ¿Se supone que me siento intimidada...? ~ Pensaba la kunoichi con cierta arrogancia, tratándose de simples civiles no tendría ningún problema a la hora de matarles pero sabía bien que si se dejaba llevar terminaría siendo atacada por shinobis de rangos mucho más altos que el suyo y no tendría ni la más mínima oportunidad. ~ Ya llegará el día… ~
Dentro del establecimiento de las aguas termales exactamente lo mismo, una mirada entre extrañada y desaprobatoria por parte de la recepcionista, pero habiendo dinero de por medio nadie mostraba demasiados problemas a la hora de tratar con ella, en especial en días como aquel que no tenía siquiera ánimos de molestar como usualmente haría.
En los vestidores había poco por hacer, desnudarse totalmente a excepción del colgante que le había regalado un shinobi de Ame y envolverse en una toalla (aunque las válvulas del pecho se le podían ver fácilmente) para luego ir a meterse dentro del agua caliente a relajarse al menos hasta que comience a llegar gente. - ¿Por qué no renuncias...? - Consultó con voz suave una fémina de cabellos tan rojos como los de Ritsuko. - ¿De dónde sacaría dinero para vivir...? - Respondió a secas la kunoichi que no hacía más que mirar al techo mientras lentamente iba cerrando los ojos como si pretendiese dormir.
La primera persona al fin se hizo presente. ~ ¿Un chico...? ~ Se preguntó a si misma mirándole con cierto 'odio' mientras tomaba la toalla que recubría su propio cuerpo con una mano casi con miedo de que se cayera y luego se levantó, aunque no llegó a salir del agua. Aún así, tras una nueva mirada análítica a la kunoichi comenzaron a entrarle las dudas respecto del 'chico' moreno y se vería obligada a lanzar la pregunta que hacía tan seguido. - ¿Eres chico o chica...? - Dijo sin más, esperando desde lo más profundo de su ser que la respuesta fuese la segunda puesto que, si bien esta pelirroja era muy extraña y con su vestimenta mostraba mucha carne, sentía cierto pudor por ser vista desnuda en especial por alguien que ni conocía.
Como la costumbre lo dictaba, una mirada desaprobatoria se hizo presente en todos aquellos que se cruzaba y claro, los que la reconocían cosa que no era demasiado difícil mientras llevara la máscara. ~ ¿Se supone que me siento intimidada...? ~ Pensaba la kunoichi con cierta arrogancia, tratándose de simples civiles no tendría ningún problema a la hora de matarles pero sabía bien que si se dejaba llevar terminaría siendo atacada por shinobis de rangos mucho más altos que el suyo y no tendría ni la más mínima oportunidad. ~ Ya llegará el día… ~
Dentro del establecimiento de las aguas termales exactamente lo mismo, una mirada entre extrañada y desaprobatoria por parte de la recepcionista, pero habiendo dinero de por medio nadie mostraba demasiados problemas a la hora de tratar con ella, en especial en días como aquel que no tenía siquiera ánimos de molestar como usualmente haría.
En los vestidores había poco por hacer, desnudarse totalmente a excepción del colgante que le había regalado un shinobi de Ame y envolverse en una toalla (aunque las válvulas del pecho se le podían ver fácilmente) para luego ir a meterse dentro del agua caliente a relajarse al menos hasta que comience a llegar gente. - ¿Por qué no renuncias...? - Consultó con voz suave una fémina de cabellos tan rojos como los de Ritsuko. - ¿De dónde sacaría dinero para vivir...? - Respondió a secas la kunoichi que no hacía más que mirar al techo mientras lentamente iba cerrando los ojos como si pretendiese dormir.
La primera persona al fin se hizo presente. ~ ¿Un chico...? ~ Se preguntó a si misma mirándole con cierto 'odio' mientras tomaba la toalla que recubría su propio cuerpo con una mano casi con miedo de que se cayera y luego se levantó, aunque no llegó a salir del agua. Aún así, tras una nueva mirada análítica a la kunoichi comenzaron a entrarle las dudas respecto del 'chico' moreno y se vería obligada a lanzar la pregunta que hacía tan seguido. - ¿Eres chico o chica...? - Dijo sin más, esperando desde lo más profundo de su ser que la respuesta fuese la segunda puesto que, si bien esta pelirroja era muy extraña y con su vestimenta mostraba mucha carne, sentía cierto pudor por ser vista desnuda en especial por alguien que ni conocía.