30/03/2023, 18:30
— N-No me llamo Ryo, Chika-san. Soy Aya Mi padre tiene un dojo aquí. Enseña algunas artes marciales a todo el que quiera.
Chika asintió quedamente mientras seguía a Aya. Era evidente que a Aya le pasaba exactamente como a ella, no la dejaban entrenar tanto como quería.
— Oh, así que por eso eres tan fuerte. ¿Y no te gusta ayudar en el templo? Si es... muy bonito. — intentó buscar una palabra para alagar el trabajo que iban a hacer allí, pero ella no era ninguna poetisa.
Y estaba claro que divertido no iba a ser. Bueno, a lo mejor conseguían hacerlo divertido entre las dos, pero entonces sería más la compañia que el oficio en sí. Ya está, solo tenía que hacer un buen trabajo para que Aya viese que no era tan terrible.
Chika asintió quedamente mientras seguía a Aya. Era evidente que a Aya le pasaba exactamente como a ella, no la dejaban entrenar tanto como quería.
— Oh, así que por eso eres tan fuerte. ¿Y no te gusta ayudar en el templo? Si es... muy bonito. — intentó buscar una palabra para alagar el trabajo que iban a hacer allí, pero ella no era ninguna poetisa.
Y estaba claro que divertido no iba a ser. Bueno, a lo mejor conseguían hacerlo divertido entre las dos, pero entonces sería más la compañia que el oficio en sí. Ya está, solo tenía que hacer un buen trabajo para que Aya viese que no era tan terrible.