15/04/2023, 12:47
En cuanto Chika viese a Aya intentando alcanzar donde no llegaba iría a socorrerla. Le cogería el trapo de la mano con delicadeza mientras le ponía una mano en el hombro, con una sonrisa de oreja a oreja.
— No te preocupes, yo me encargo de los sitios altos. — afirmó con total confianza, a pesar de que ella no era TAN alta.
Aún así, limpiaría todo lo que pudiese de la parte alta, poniendose de puntillas si hacía falta.
— No te preocupes, yo me encargo de los sitios altos. — afirmó con total confianza, a pesar de que ella no era TAN alta.
Aún así, limpiaría todo lo que pudiese de la parte alta, poniendose de puntillas si hacía falta.