4/02/2025, 20:28
— Es una pildora, tiene que morder y tragar. Como no va a poder morder, partesela en la boca y que trague. Levantala un poco. — le explicó con paciencia mientras se acercaba y le levantaba el torso un poco para ayudarla.
— ¿Otra vez, querida? ¿No tuviste suficiente con la pelirroja? Eres incluso más insaciable que yo. — se escuchó desde la puerta de la cocina.
En el marco de la puerta había una mujer morena más mayor que ninguna de las presentes. Llevaba un corsé negro de cuero y un pantalón marrón. Sus labios eran rojos como la sangre, al igual que su mirada.
— Madre, no es el momento.
— La última vez que te trajiste a una herida acabasteis casadas. Una se preocupa.
La pelinaranja enrojeció.
— ¡Madre! No es el momento y no es cierto, no estamos casadas. Somos socias.
— Vivis bajo el mismo techo y dormís en la misma cama, si es que dormís, eso es un matrimonio.
Tras decir eso, le guiño un ojo a Rin y se marchó.
— Me voy al trabajo. No mancheis demasiado.
— ¿Otra vez, querida? ¿No tuviste suficiente con la pelirroja? Eres incluso más insaciable que yo. — se escuchó desde la puerta de la cocina.
En el marco de la puerta había una mujer morena más mayor que ninguna de las presentes. Llevaba un corsé negro de cuero y un pantalón marrón. Sus labios eran rojos como la sangre, al igual que su mirada.
— Madre, no es el momento.
— La última vez que te trajiste a una herida acabasteis casadas. Una se preocupa.
La pelinaranja enrojeció.
— ¡Madre! No es el momento y no es cierto, no estamos casadas. Somos socias.
— Vivis bajo el mismo techo y dormís en la misma cama, si es que dormís, eso es un matrimonio.
Tras decir eso, le guiño un ojo a Rin y se marchó.
— Me voy al trabajo. No mancheis demasiado.