5/02/2025, 21:59
Rin se vería un poco cansada en el tren, pero aun así se mantendría despierta y dejaría que Sora se agarrara a ella sin rechistar. Estaba un poco ruborizada, pero también estaba tan centrada en todo lo que había pasado y lo que se había propuesto, que realmente no tenía muchas ganas para sí quiera ponerse nerviosa. Cuando anduvieron por las calles iluminadas por las farolas, empezaba a hacer algo de frío, pero Rin no parecía realmente molesta por este.
Finalmente, al llegar al restaurante, entraron por la puerta principal, pero vería que todo estaba siendo recogido. Le comentó a Sora que entrara igualmente un momento, y Rin entró preguntando si había sobrado algo de comida de la cena. No habría mucho por desgracia para ellas; algo de arroz con tortilla, guisantes, zanahoria y algo de jamón cocido, así como algunos bollos de carne al vapor como los que habían comido a medio día.
— Coge un asiento, voy a calentar algo de la comida — dijo Rin asomándose por la puerta de la cocina.
— ¿Entonces te ha gustado lo que Rin te ha preparado? — Pregunto el padre asomandose por un lateral a Sora, que daba a unas escaleras para subir al piso de arriba donde estaba la casa.
— ¡Era solo comida del otro día, comida calentada del otro día! — Gritó Rin, para que en respuesta su padre levantara las manos como si le interrogara la policía, y se volteara para marcharse.
Finalmente, al llegar al restaurante, entraron por la puerta principal, pero vería que todo estaba siendo recogido. Le comentó a Sora que entrara igualmente un momento, y Rin entró preguntando si había sobrado algo de comida de la cena. No habría mucho por desgracia para ellas; algo de arroz con tortilla, guisantes, zanahoria y algo de jamón cocido, así como algunos bollos de carne al vapor como los que habían comido a medio día.
— Coge un asiento, voy a calentar algo de la comida — dijo Rin asomándose por la puerta de la cocina.
— ¿Entonces te ha gustado lo que Rin te ha preparado? — Pregunto el padre asomandose por un lateral a Sora, que daba a unas escaleras para subir al piso de arriba donde estaba la casa.
— ¡Era solo comida del otro día, comida calentada del otro día! — Gritó Rin, para que en respuesta su padre levantara las manos como si le interrogara la policía, y se volteara para marcharse.