5/02/2025, 22:06
Sora entró siguiendo a Rin, pero rápidamente le negó.
— Rin, no hace falta. Ire a casa y comeré algo por mi cuenta. No quiero molestar. — a pesar de sus palabras, se acabó sentando y acariciandose la pierna ahora que Rin no la veía.
Cuando el padre apareció se irguió rápidamente.
— Estaba muy rica, pero tenía entendido... — antes de que pudiese decirlo ella misma, Rin saltó a vocearlo desde la cocina. — Bueno, le he traido a Rin sana y salva, como le prometí. — le dijo con su educación habitual.
— Rin, no hace falta. Ire a casa y comeré algo por mi cuenta. No quiero molestar. — a pesar de sus palabras, se acabó sentando y acariciandose la pierna ahora que Rin no la veía.
Cuando el padre apareció se irguió rápidamente.
— Estaba muy rica, pero tenía entendido... — antes de que pudiese decirlo ella misma, Rin saltó a vocearlo desde la cocina. — Bueno, le he traido a Rin sana y salva, como le prometí. — le dijo con su educación habitual.