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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#11
—¿Señor? No es un señor, amigo. ¡Es un maldito asesino de arañas!

«¿Pero qué le pasa al imbécil este? ¡Lo va a matar!»

Yota debía ser realmente un apasionado de las arañas. Pero muy apasionado, porque lo que estaba haciendo Daruu no lo entendía. Reaccionar de aquella manera...

—Oye asesino, me quieres a mí, ¿Verdad? Deja que él se marche. Él no tiene la culpa de nada.

El chamán fijó la mirada larga y tendida en Yota, como si quisiera comprender por qué había actuado así.

—¡Un chaca chaca ún! —Placa, otro ostion en la cabeza—. Sólo eres otro humano arrogante. ¿Pensar que eres mejor que otra criatura viva? ¡Arrogancia! Pero también es arrogancia sobreproteger a otra especie. La naturaleza... es una.

Zarandeó y empezó a caminar en círculos por la habitación, haciendo caso omiso a Daruu, que se había levantado y se había quedado en guardia por si se llevaba otro golpe.

—La naturaleza es una. Nosotros consumimos esas arañas, y nos estamos consumiendo a ¡nosotros mismos! Porque créeme, si una araña necesitase de tu carne para poder vivir, te comería vivo. Y tú tienes el brillo de la picadura de la Monstrocarachnide mortallis en los ojos. Lo veo. Lo único que te curará será mi pócima, hecha con arañas, sí.

»El veneno de la mortallis es muy peligroso, zagal arrogante. Pica a los animales, y mueren. Luego otros animales beben del río donde mueren esos animales, y mueren también. No sé lo que te empuja a rechazar mis tratamientos, pero sólo te quedan dos días.

Daruu tragó saliva.

—El veneno de la mortallis. Una araña, chico. Te va a matar una araña. Bienvenido al mundo adulto y a la madre naturaleza, ¡idiota! Ahora, ¿consumirás mi pócima? ¿Te consumirás a ti mismo, como naturaleza que eres y en la naturaleza que morirás?

«Está chalado, pero parece tan convencido de lo que hace...»
[Imagen: K02XwLh.png]

No hay marcas de sangre registradas.
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Mensajes en este tema
RE: Los pulpos siempre tendrán ocho patas - por Amedama Daruu - 19/02/2016, 12:20


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