20/02/2016, 07:33
Lo que Noemi se esperaba era que la jovensita que tenía delante no fuese capaz de darle una respuesta en concreto, un "No sé" o "No entiendo", cualquier manera de respuesta negativa la haría feliz y no le tiraría abajo la autoestima por ser casi mayor de edad y no mostrarse capaz de leer un sencillo mapa. Pero las cosas no iban como ella deseaba, la peliceleste con alegría le respondió de forma positiva. Fue con eso que el ánimo de la rubia se fue al suelo de golpe. ~ Tantos años que he desperdiciado… ~ La pregunta ahora era qué tan lejos habría llegado ella si no se hubiese quedado vagando por la aldea.
Lo único que se podía hacer ahora mismo era intentar recuperar el tiempo perdido y justamente a ello había venido hasta el país del fuego. Dentro de los dojos podría tener un buen entrenamiento mucho mejor que la simple práctica a solas o incluso con algún compañero, allí realmente deberían ser capaces de instruirla para mejorar es más, puede que le ayuden a dejar de lado ese problemita suyo. De cualquier manera, Sakamoto debía centrar su atención en la pequeña kunoichi que tenía enfrente, después de todo se estaba ofreciendo abiertamente a ayudarla con su problema.
—Si, algunos de mis compañeros fueron invitados pero no pude hacerme tiempo para al menos venir a ver. — Explicó la kunoichi en lo que intentaba mostrarse un poco más relajada, no podía darse el lujo de mostrarse decaída ante una desconocida que ni siquiera tenía la culpa de haber nacido. —Te lo agradezco mucho. — Respondió ya esbozando una sonrisa algo más natural ante aquella invitación.
Ahora si, parecía que ambas se dirigirían al lugar mencionado en el mapa de la de Taki, pero al cabo de un paso la pequeña se volteó una vez más cosa que en cierto modo asustó a Noemi. Al final simplemente lo había hecho para presentarse. —Noemi, el placer es mío. — Respondió cordial la mayor ya más tranquila, aunque su mente era un soberano caos. ~¡Seguro a ella la invitaron al torneo! ~ Se quejaba en su mente, Eri no tenía por qué enterarse de nada.
—Por cierto… ¿Te molesta si pregunto tu edad...? — Consultó ciertamente nerviosa y por miedo a ofenderle.
Lo único que se podía hacer ahora mismo era intentar recuperar el tiempo perdido y justamente a ello había venido hasta el país del fuego. Dentro de los dojos podría tener un buen entrenamiento mucho mejor que la simple práctica a solas o incluso con algún compañero, allí realmente deberían ser capaces de instruirla para mejorar es más, puede que le ayuden a dejar de lado ese problemita suyo. De cualquier manera, Sakamoto debía centrar su atención en la pequeña kunoichi que tenía enfrente, después de todo se estaba ofreciendo abiertamente a ayudarla con su problema.
—Si, algunos de mis compañeros fueron invitados pero no pude hacerme tiempo para al menos venir a ver. — Explicó la kunoichi en lo que intentaba mostrarse un poco más relajada, no podía darse el lujo de mostrarse decaída ante una desconocida que ni siquiera tenía la culpa de haber nacido. —Te lo agradezco mucho. — Respondió ya esbozando una sonrisa algo más natural ante aquella invitación.
Ahora si, parecía que ambas se dirigirían al lugar mencionado en el mapa de la de Taki, pero al cabo de un paso la pequeña se volteó una vez más cosa que en cierto modo asustó a Noemi. Al final simplemente lo había hecho para presentarse. —Noemi, el placer es mío. — Respondió cordial la mayor ya más tranquila, aunque su mente era un soberano caos. ~¡Seguro a ella la invitaron al torneo! ~ Se quejaba en su mente, Eri no tenía por qué enterarse de nada.
—Por cierto… ¿Te molesta si pregunto tu edad...? — Consultó ciertamente nerviosa y por miedo a ofenderle.