La piedra mecida en una cuna de viento

[Inuzuka Nabi]

Las piedras son inamovibles, petreas, esas son sus caracteristicas más fundamentales. Por mucho que lo intentes, una roca no se va a mover si no es por una fuerza externa. Porque tú o la gravedad, o el viento, o un riachuelo, la mueva. Y por ello, me encantan. Gracias a su entereza, a su habilidad natural para mantenerse con su forma y su lugar nos permite a nosotros dejar un mensaje, a recordar un acontecimiento, a dejar plasmada parte de nuestro ser. Sin embargo, la cosa va más allá. La tierra compone el suelo, que es lo único que se mantiene firme, es sobre lo que cimentamos nuestras vidas y nuestros hogares. Es la solidez sobre la que posamos nuestro ser, donde colocamos nuestros pies.

En oposición, se encuentra el viento. Esa eterea rafaga de algo que no podemos ver, que únicamente podemos notar cuando él se digna a aparecer, pero que siempre esta ahí. Muchas personas lo relacionan con la libertad. Pues como he dicho, el viento es etereo, no puedes tocarlo, no puedes verlo, no puedes oirlo, no puedes saborearlo y no puedes olerlo. Puedes oir como mueve las ramas del arbol, puedes oler el hedor de las heces de vaca que estan en la dirección de la que viene, puedes tocar una hoja que se ha separado de sus hermanas por la fuerza arrolladora del mismo e incluso puedes ver el humo que trae consigo. Pero eso, no es el viento. Son consecuencias de su presencia. Su incuestionable fluidez, libre y sin patrón determinado, se asemeja con la imaginación humana, un ente tan maravilloso como impredecible.

Y es su total asimetria la que convierte su unión, en la más perfecta simbiosis que se pueda encontrar en la naturaleza. El ser humano. Con los pies aferrados a la realidad, pero la mente abierta en libertad. Capaces admirar tanto la constancia de una obra de arte, como lo efímero de un bello atardecer.

Pero, lejos de metaforas, yo nací siendo piedra, en una familia de viento. Y me machacaron hasta que pudieron moverme a su voluntad.

Capitulo 1: Roca

Tras el prologo de la historia, hablemos del prologo de mi vida, mis padres. Nabi Daikotse y Nabi Tetsumi. El hijo del lider del clan, y por logica, proximo heredero del cargo, y su debota esposa. Matrimonio concertado a los 18 años. Porque el amor es para satanicos y demas gente malvada. Por si no ha quedado claro ya, es un clan bastante tradicional. ¿No es ironico? Un clan de viento que no avanza y se queda atras. A mi me lo parece.

La vida de la feliz pareja no pudo ser más plana y normal en lo que concierne al clan. Se convirtieron en shinobi, Daiko llego a Jounnin e iba a opositar para ANBU, o le iban a ascender o le ofrecieron el puesto, no solia hablar del tema y yo no solia preguntarle. La cuestión es que cuando mi madre consiguio aprobar el examen a Jounin y mi padre iba a ser ascendido a ninja de super elite, un pequeño contratiempo les hizo replantearse su situación laboral. Una semillita de papi habia germinado en el huerto de mami.

Festejos y alegria por parte del clan. El principe iba a tener un retoño. No me mireis como si fuera tonto, principe queda mejor que "hijo del lider". Mi querido padre se enfrentaba a una dificil decision. Convertirse en ANBU asumiendo más riesgos, teniendo menos tiempo para su familia, pero consiguiendo mejorar radicalmente la reputación del clan que apenas habia tenido dos ninjas capaces de llegar a ANBU y ninguno de la rama de sucesión. Que tu te preguntaras, ¿y entonces porque era tu abuelo el lider si no era el más poderoso? Te diria que era el más sabio, pero no acabaria de descojonarme hasta mañana. Si tuviera que nombrar una razón, te nombraria dos, el más cascarrabias y el más retrogrado.

Aclarado el contexto, clan anclado en unas costumbres desfasadas, familia con expectativas especificas para su hijo y padre con ansias de reconocimiento, pasemos a la historia.

Era la primera noche de invierno en la que llovia. Y no se trataba de un par de gotas, sino de una lluvia torrencial importante. Por suerte, Tetsumi ya se encontraba en el hospital cuando el agua empezó a descender de las nubes. Pero, claro, Daikotse, el señorito ANBU, llevaba un par de dias en una misión de la que su mujer no conocia el más minimo detalle. Hacia más de una hora que habia roto aguas y aún no habia dilatado lo suficiente para que el cabezón de su hijo pudiera salir de ella.

En la habitación se encontraban su madre, su padre y su suegro. Mientras su madre le cogia la mano a la embarazada los dos hombres no hacian más que picarse entre ellos.

¿Donde esta el escollo al que llamas hijo? ¿No sera capaz de perderse el parto?

Esta haciendo cosas importantes, dejando el nombre de nuestro clan en buen grado. Ya estoy yo aqui para asegurarme de que todo sale bien.

¿Llamas a esa secta, clan?

Entiendo tu desconcierto, pues no eres un ninja y no entiendes la grandeza ni cuando te la plantan en la cara.

Al menos yo no tengo un hijo que a la hora de la verdad no esta con su familia. ¿Quien podra respetarle si le pasa algo a su esposa mientras él esta de cachondeo?

¿Cachondeo? Esta cumpliendo con su deber, estupido patán. Deberias darle las gracias por proteger tu estupido culo de repipi.

CALLAOS LA PUTA BOCA LOS DOS JODER Y LLAMAD AL MEDICO

Ay, cielo, no deberias decir esas cosas. Aunque cuando yo te tuve a ti, tendrias que haberme oido. Huhu, deje a tu padre sordo de una oreja y con la moral por los suelos.

Los gemidos de dolor de la paridora echaron por tierra la estupida discusión de los padres. Pasaron algunas horas hasta que finalmente nací yo. Lo primero que senti al nacer fue la brisa de aire que provocaban dos virgenes de mi clan. No es una broma, ni una metafora. Está la tradición de que cualquier parto de la familia del lider ha de ser acompañado por dos muchachas "virgenes", refiriendose a que no esten casadas, porque virgenes... Bueno, estas jovenzuelas se dedican a generar una corriente que supuestamente ayuda al bebé a salir de dentro de su madre y propicia que obtenga aquel preciado elemento que tanta estima y devoción le tiene el clan.

Nací, y una vez limpio, me llevaron a la habitación donde mi madre descansaba tras las duras horas de dilatar y empujar. Yo estaba concentrado en comerme la mano, que estaba muy rica, cuando mi abuelo paterno se acerco a la cuna donde yo, con la misma devoción que el tenia hacia su clan, me comia la mano. Acercó el bastón a donde yo me encontraba y puso mi mano libre encima del mismo, y él lo soltó, dejandolo apoyado en la cuna.

Lo que pasó atormentó a mi abuelo hasta el dia de su inevitable defunción. No pasó nada. Cuando un usuario de naturaleza Futon toca el bastón del clan, este lo detecta y "se activa", lo cual quiere decir que la madera adquiere una tonalidad sensiblemente más clara. Sin embargo, en cuanto el anciano lo soltó, este dejo de ser un arma legandaria y epica para pasar a ser un palo de madera, en tema de percepción, el color del bastón fue bajando de tonalidad como si estuviera muriendo para finalmente quedar en un tono más que ensombrecido. Acto seguido, le di un manotazo y lo tire al suelo. Era un rebelde. Además de un Dotonero.

Capitulo 2: Polvo

Un par de dias más tarde, mi padre llegó al hospital. En la habitación se encontraban mi abuela, mi abuelo paterno y mis padres. Mi madre me tenia en brazos y estaba hablando con su marido sobre el nombre que me podian poner, puesto que no se habian decidido todavia. En el sillón de al lado de la ventana estaba la madre de mi madre tejiendo tranquilamente un pijama para el miembro más joven de la manada. Mi abuelo, mientras tanto, estaba sentado en la otra esquina de la habitación con gesto sombrio. Totalmente inmerso en el dilema que tenia entre manos. Tenia que hablar con Daiko, tan pronto como pudiera. Cuando se habia decidido a levantarse y darle la noticia a su hijo, este le dirigió la palabra.

¿A ti cual te parece más apropiado, padre?

¿Más apropiado? ¿El qué?

De nombre, ¿Aizen o Kurotsuchi? ... ¿Estás bien, padre? Estás palido

Oh dios mio, no, ninguno, que nombres más feos. Este muchacho se llamara Nabi, dado que sera el ejemplo a seguir de todo nuestro clan. Sera el lider más ejemplar que se pueda encontrar, me aseguraré de ello. Daikotse, sal un momento, tenemos que hablar.

Nabi Nabi, suena... único... Claro, coge al niño, cariño

En algún momento, habia pasado de los brazos de mi madre a los de mi padre tan solo para acabar volviendo a mi posición original. Pero bueno, como estaba más que frito tampoco me importaba. Mi madre le dirigió una mirada a mi padre que dejaba clara su disyunción conforme al tema del nombre del niño. Nabi Nabi... le iban a pegar en la academia si o si. Suspiró resignada, la verdad es que el significado por el que se lo habian puesto le gustaba, era majestuoso, por decir algo. Pero aún así le sonaba muy raro. Nabi Nabi.

Una vez fuera, el viejo se encaró a Daiko. Tras asegurarse que no habia nadie cerca se lo soltó sin pensarselo.

Le dí el bastón a tu hijo.

Dicho eso, su cara se puso aún más seria si se pudiera y apagó el bastón, diciendo lo que queria decir pero sin decirlo. Los ojos de mi padre casi se saltan de lo mucho que se le abrieron.

¿Qué... qué me intentas decir?

Lo estas viendo con tus propios ojos.

Sabia lo que habia intentado decirle, su hijo... Pero no podia ser. ¿Como podia ser? A él, al hijo del lider de un clan especializado totalmente en el Futon. ¿Que habia hecho él para merecer esa deshonra? Conmocionado, sin dar credito, y demás sinonimos de estupefacto, no pudo más que negarlo todo.

No puede ser, el bastón daria un resultado erroneo.

Lo pensé. La primera vez.

Y tras decir eso, apoyó el bastón en el pie de mi padre y casi inmediatamente este se "encendió". Lo apartó y se empezó a apagar. Finalmente lo cogió como siempre hacia y el proceso se repitió.

Mas no te preocupes, yo me encargaré del muchacho desde que tenga edad de razonar hasta que cumpla los 10 años. Yo le instruiré en el arte del Futon, tengo fe en qué aún cuando no es su naturaleza primaria, haya un apice de ello por la sangre que corre por sus venas. Yo forzaré ese apice a convertirse en un remolino.

Dicho y hecho, durante mis primeros años de vida tuve una vida feliz y normal. Vivia con mi madre y mi padre, aunque mi padre pasaba poco tiempo en casa por misiones. Y cada vez aún menos, pues no soportaba lo que era su hijo. Simple y llanamente, por el elemento con el que yo habia nacido. Ni siquiera era mi culpa, ni siquiera era consciente de ello, pero podia ver en cada mirada que me dirigia mi padre, que era una deshonra para él. Si me soportaba era por mi madre. Pues muy a pesar de lo que yo era, él seguia queriendo a mi madre, y de nuevo, muy a su pesar, yo era la union definitiva entre ella y él.

Por ese desprecio, intentó adelantar todo lo que pudo el momento para que mi abuelo basicamente me raptara. Con la esperanza, más en su imaginación que en la logica, que al desaparecer yo él pudiera volver a la vida que tenia con su mujer antes de mi existencia. A mis 5 años, mi padre era un borrachuzo que por no querer afrontar la realidad se dio a la bebida, cada vez que volvia de misión se pillaba una cogorza importante y llegaba a casa, si es que llegaba, para quedarse frito en el sofa. Mi madre se habia dedicado a mi en cuerpo y alma, me cuidaba, bañaba, me llevaba al parque, me daba de comer, me llevaba al medico cuando me ponia malo, basicamente me crió.

Entonces vino el dia en que mi abuelo vino a por mi. Me mintió, obviamente, como se miente a un niño cuando va al dentista. "No, vamos a un lugar muy divertido. Ya veras qué pronto volvemos." Mi madre lloraba desconsolada, cuando intente acercarme a ella mi padre me empujó y mi abuelo me agarró. Lo último que vi fueron los verdes ojos de mi madre, cubiertos de lagrimas, y desaparecimos.

Capitulo 3: Gravilla

Crecí bajo el tutelaje obligatorio y estricto de mi abuelo. Aire, viento, futon, muchos nombres, mismo elemento. No me desagradaba su practica, pero no era lo que queria hacer. Poco le importaba eso al viejo, un dia tras otro me enseño a usar dicho elemento. Me preparó fisica y mentalmente también, pero siempre colando Futon por donde pudiera.

Corre, pero sintiendo la brisa mientras lo haces. Lee, pero lee este libro que se llama "Primeros pasos para dominar tu elemento favorito, el viento". Eh, tienes que conocer la geografia del mundo, mirate este mapamundi donde los paises estan pintados segun su población que sabe el elemento Futon. Así todo mi aprendizaje, todos los dias.

Viviamos en una casa apartada en lo alto de la montaña, tan dificil de localizar como de escapar de allí. Cada dos dias saliamos a cazar y a recoger frutas en un enorme bosque cercano que habia. El viejo me enseño que para que nosotros vivamos, otros animales deben morir. Ahora sé que no tiene que ser así, pero que la carne esta más sabrosa que las hierbas.

Me lleno la cabeza con absurdas historias del clan Nabi. Que de paso, os voy a relatar "su origen".
"Hace cientos de años, nació un niño fruto de un momentaneo romance entre Ninjutsu y Aire. El mismo aire lo aceptó como a un igual y permitió que este creara con la ayuda del Ninjutsu, una rama que fuera capaz de utilizar el viento en su beneficio. El nombre de aquel ser fue Nabi, quien se autobautizó así.

Dicho niño creció sin las ataduras terrenales que tenian los demás ninjas. Es decir, el viento lo acogia y podia volar sin impedimento. Podia invocar tornados y tempestades con solo un pensamiento. Sin embargo, este tremendo poder despertó la envidia y la avaricia de los tristes ninjas que por mucho que lo intentaran no encontraban la forma de hacer lo que querian con el aire. Y en cambio, veian al joven elegido volar como si hubiera nacido con alas, moviendolo a su antojo, cantandole para que bailara a su son.

Así pues, urdieron una elaborada patraña para conseguir los poderes del muchacho. Buscaron a la más bella dama de su aldea y la enviaron al rio donde el chico paraba siempre a rehidratarse. El muchacho, atraido por los placeres carnales, descendió hasta donde se bañaba la hermosa doncella. De sus momentos de pasión más descontrolados, una semilla se plantó en el vientre de la moza.

Al dia siguiente el chico volvió a aquel lugar, para encontrarselo más vacio que su corazón. Intrigado, fue a buscarla a la aldea, quienes negaron cualquier relación con aquella extraña damisela. Sin embargo, a pesar de su juventud, el muchacho no era tonto. Pudo descifrar la mirada de los aldeanos para saber que se la habian jugado. Le habian tendido una trampa y él habia caido.

Mas, él no se enojó, pues él consideraba esa su villa, su hogar. Rapidamente se sintió estupido de no haberse dado cuenta antes de la envidia que habia nacido en el corazón de sus habitantes. Tras unos segundos, se elevó en linea recta hasta desaparecer entre las nubes y jamás se volvió a saber nada de él.

No me podia creer que el clan se cimentara en historias tan fantasiosas y tan carentes de toda logica, pero no solo es eso sino que además dejaba la reputación del clan por los suelos. Dado que se suponia que nosotros descendiamos de la mujer que engañó a Nabi. Un clan de mentirosos caraduras.

Pero la cosa no acababa ahí, habia bastantes más historias, a cada cual más fantasiosa e irreal que la anterior. Desde guerreros que armados unicamente con espada y Futon eran capaces de eliminar ejercitos enteros hasta monjes que se pasaron 100 años acumulando chakra para hacer un jutsu milenario que conferia la inmortalidad al ser que ellos quisieran.

Cuando le preguntaba a mi abuelo sobre porque estas historias no aparecen en los libros de historias de la villa él me contestaba que eran historias tan tan antiguas que no habia papel donde escribirlas, mucho antes de la formación de las villas, mucho antes de la formación de Uzu. Inconsciente de mi, que apenas era un crio crecido, me lo creia. Hasta que conoces un poco el mundo y consigues diferenciar con facilidad la realidad de los cuentos populares. Supongo que habia alguna moraleja en aquellas historietas. En la del origen, que si te esfuerzas puedes volar, en las de guerreros que siempre que tengas el Futon de tu lado no estas solo. Y en la de los monjes, que si te reservas para el momento adecuado puedes conseguir grandes cosas. O a lo mejor solo eran un montón de cuentos chinos para convencer a la gente de lo importante del Futon.

Gradualmente, el entrenamiento se fue suavizando, cada vez lo haciamos durante menos tiempo, tal vez porque nos enfrascabamos en algun debate sobre alguna cosa que me habia explicado, o simplemente porque nos apetecia tomarnos un descanso. La cuestión es que el entrenamiento de verdad poco a poco se fue volviendo más esporadico.

Despues de algunos años, cuando fui más consciente de mi mismo, pudo ser consciente también, de lo mucho que añoraba mi elemento, mi verdadero elemento. Así empezó todo. Una noche me escabullí de la casa, hacia un pequeño rincón apartado por el que cruzaba un debil riachuelo que parecia que cualquier dia se iba a secar pero conseguia mantenerse vivo. Allí empecé a entrenar mi Doton. Me sentí rejuvenecido, me sentí más libre de lo que me habia sentido en aquellos años. A falta de una instrucción tuve que empezar a elaborar mis propias tecnicas, me llovieron las ideas. Algunas eran sencillas y practicas, otras complejas y ofensivas. La mayoria no salian tan bien como esperaba, pero no dejaba de intentarlo.

Los dias pasaron más rapidos. El viejo empezó a meterme más caña con el Futon, ya lo tenia hasta en el desayuno. Leer libros sobre Futon, repasar los principales conceptos del Futon, ser uno con el viento, mover el aire, pensar el aire, controlar el aire, respirar el aire, cocer el aire... Llegaba a un punto en que el simple hecho de respirar me parecia cargante y torrido. Por suerte tenia las noches para desahogarme envolviendome con mi elemento.

Pasaron unas semanas, y el viejo me comunicó que se iba a ausentar un par de dias. No me dijo porqué y tampoco me importó. Tendria algo de tiempo para masterizar mi propias tecnicas. Sin embargo, tras ese par de dias, cada vez era más frecuente que el anciano se ausentara, y cada vez durante más tiempo. Cuando le preguntaba sobre ello me evadia el tema o simplemente me decia que no debia preocuparme.

Yo ya iba y venia de aqui para allá como si nada, iba al bosque a cazar si me apetecia, o al rio a por peces, a recoger frutas de algunos arboles que tenia localizados... Me acostumbré, basicamente.

Hasta que un dia, al volver de cazar infructuosamente, el viejo, que se suponia que no volvia hasta dentro de una semana estaba sentado encima de sus pies en medio del salon con su bastón apoyado en sus rodillas, colocado horizontalmente y perfectamente recto. Fui a pasar de largo cuando una rafaga de viento me empujó a dentro sin miramientos.

Oh, hola, Nabi, buenas tardes. ¿Que tal la caceria? Ah, sientate, tengo que decirte algo

Imité a la perfección su voz, dejando clara mi burla. En aquellos últimos meses, en los que iba y venia sin decirme nada habiamos estrechado el vinculo del humor, sin embargo, lo normal en él era que ante mi sarcasmo y mis bromas me mirara con cara de "este niño es tonto". Esta vez, no. El viejo miraba un punto incierto entre donde él estaba sentado y donde lo acababa de hacer yo.

Nabi, te he mentido

Ya, el primer dia ya me dí cuenta que esto no era Ninja World París.

Me muerto. Hace meses me diagnosticaron una afección cardiaca incurable. En cualquier momento puedo pasar a mejor vida. Y no queria hacer sin decirte la verdad.

La primera noticia cayó como un jarro de agua fria sobre mi, la sonrisa burlesca que tenia dibujada en la cara a raiz de mis bromas se apagó más rapido de lo que se apaga la luz al darle al interruptor. Seguida de una expresión de shock. Pero aún no sabia nada.

Tu madre... se suicidó hace un año.

Capitulo 4: Cemento

Inefable. No seria capaz de encontrar una palabra que explicara como me sentí en ese momento. Si la primera noticia habia sido un jarro de agua fria, esto era una avalancha de helados de acido sulfurico. Pude sentir la piel derretirse. Tuve muchos impulsos. El de partirle la cara a mi abuelo por ocultarmelo, el de partirle la cara a mi padre por permitirlo, el de suicidarme para razonar con mi madre en el otro mundo. Pero no hice nada, ni una palabra, ni un gesto, ni una mirada. Me quedé mirando al infinito, con una expresión neutra.

Tu padre... Envie algunos subordinador de confianza a transmitirle la noticia en cuanto volviera de la misión en la que estaba, le esperaron en la puerta misma de la aldea. Murieron, ellos y todos y cada uno de los miembros de nuestro clan. Mi... hijo... enloqueció y... exterminó a nuestro clan.

Las palabras se le atrabancaban al pobre hombre, que de sus ojos caian lagrimas directamente al bastón. Aún así siguio hablando.

Dediqué mi vida al clan, protegí la integridad de nuestra naturaleza, pensando que así podria dejarlo inmutable para siempre. Que siempre seria el clan con el que me crie. De verdad creia que el Futon era lo único que mantenia cohesionado el clan. Me mantuve en mis trece cuando naciste, decidí forzar la aparición del elemento en ti. Y lo conseguí. Pensaba que tú mismo sentias con naturalidad el viento.

Sin embargo, decidiste entrenar por tu cuenta el Doton. Te ví, todas y cada una de las noches que entrenaste tu solo te vi. Y vi en ti, la imagen del joven que un dia fui. Vi el entusiasmo de hacer algo y saber que puedes mejorarlo, y más importante, que quieres mejorarlo. Y no pude evitar sentir rabia. Volví a intentar que te olvidaras de la tierra, que vieras que tu lugar estaba en el Futon. Pero me ignoraste. Tienes una gran habilidad con el Doton, al igual que con la naturaleza de nuestro clan. Cuando te veia, te veia capaz de superar cualquier precedente del Futon, capaz de mejorar los estigmas que hemos llevado durante siglos a las espaldas.

Pudiste haber volado, pero mantuviste los pies en tierra.

Ahora me doy cuenta, que yo fui el estupido, el culpable de todo. Me vi cegado por la tradicionalidad. Si te hubieras enfocado desde un principio a tu amor por el Doton ahora serias un todo un maestro. Pero te retuve, retuve tu naturaleza por puro egoismo. Y ahora, me arrepiento tanto. Dedique mi vida a un clan, que ha sido aniquilado, a un hijo, que ha aniquilado su propio clan, y a un nieto, al que no he hecho más que entorpecer.

A raiz del discuros, un rio de lagrimas caia por cada una de mis mejillas, para encontrarse en la barbilla y juntos descender por el aire hasta el suelo de madera.

No, no, me niego. MI NATURALEZA ESTA CON MI CLAN, YO SOY NABI NABI. Dedicaré mi vida al futon, a reorganizar el clan. No pienso rendirme por tener de primera naturaleza Doton, resurgiré mi clan. Les contaré a todos mis descendientes las historias que tu me has contado, abuelo. Haré que tu legado no se pierda. Viviré para demostrar al mundo lo poderoso que es el viento de los Nabi. No dejaré que nuestro nombre se olvide.

Tienes razón. Confio en ti para reformar nuestro clan y darle un glorioso futuro. Pero olvida el Futon. Tu, nieto mio, eres un poderoso usuario de la naturaleza Tierra. Mantén siempre la cabeza alta y grita a los cuatro vientos que todo lo que tienes de Futon, es lo que te dio tu abuelo. El Kaze no sōzō-ryoku

Extendió sus brazos, ofreciendome su bastón. En cuanto se lo cojí, cayó al suelo, muerto. Su corazón habia dejado de latir.

Sin más posesiones que el bastón de mi abuelo, partí hacia mi villa. Unos hombres muy amables me escoltaron hasta el edificio de la Uzukage. Donde Shiona-sama, que habia sido avisada ese mismo dia por mi abuelo de que iba a volver. Me puso al dia.

Mi padre se habia llevado consigo un total de 43 muertos, sin heridos. Como ninja especializado en misiones de sigilo, no le costo ni esfuerzo colarse en las casas de cada uno de ellos y finalizar sus vidas de una en una. Al parecer el matrimonio de mis padres no solo no habia ido a mejor sino que empeoró notablemente tras mi marcha, él bebia cada vez más y ella se sentia cada vez más desgraciada. Sin nadie para evitarlo, ella acabó con su vida y él acabó en la prisión más profunda. Ya que le dieron la noticia antes de que informara de su última misión, aún tienen que sacarle información preciada antes de ejecutarlo, sin embargo, en un año no han conseguido llegar a ella de ningún modo.

La Uzukage también me informó de la herencia que habia dejado mi abuelo, no solo habia una enorme mansión en ella sino una cantidad de ryos que ni en mil años podria gastar. Esto se debe a que todos los fondos del clan pasaban a ser mios. Así como todos los miembros que murieron sin descendencia me heredaban su parte. Tenia apenas 12 años y ya tenia más dinero del que jamas podria haber soñado, pero obviamente, era menor de edad. Así que el estado se hacia cargó de la herencia hasta que fuera mayor de edad, y por cada año debian cogerme un pellizco por las molestias. Cada mes me caeria un sueldo más que suficiente para subsistir y comprarme varios chalés si me apeteciera.

Tras eso me preguntó que queria hacer. Yo sin dudar le dije que iba a volar sin despegar los pies de suelo. A lo que me dijo que se referia de profesión y le dije que Shinobi de Uzushiogakure, obviamente.

Me acabaron metiendo en la academia, pude empaparme de todas las cosas que no se aprenden en la montaña así como arraigar mi Doton. Aunque ya que habia empezado de forma autodidacta, planeaba seguir así. Durante mis años en la academia conocí a gente de todos los tipos y de todos los colores. El dueto Uchiha, el marionetista loco, el talentoso muchacho que me llama senpai, y Riko.

Me gradue con facilidad. Y con mis metas claras, comencé mi camino del ninja.