25/02/2016, 09:39
Lo que más deseaba la kunoichi de Taki era escuchar a la pequeña pronunciando una respuesta negativa, mientras más clara sea mejor, pero no, aquello nunca se hizo escuchar y por el contrario, la peliceleste pudo orientarse perfectamente con ese mapa que traía la rubia e incluso le dejó una oferta para acompañarla hasta el dichoso lugar en cuestión. ~ Bien… Siempre puedo aprender a cocinar… ~ Pensaba la mayor ya resignada a ser “inferior” a la joven peliceleste.
De cualquier manera, ahora que podría llegar al lugar del mapa podría intentar recuperar todos esos años perdidos por culpa de su ego, planeaba internarse allí por un buen tiempo aunque probablemente tendría que pasar cada tanto por Takigakure para evitar problemas con el Yubiwa, pero incluso en ese caso volvemos al inicio. Aquel a quién debía consultar se encontraba en los Dojos justamente por un torneo al que Noemi al menos no fue invitada y con razón.
Eri por lo visto no se percató del sobresalto de la rubia que ya tenía una mano cerca de su katana y simplemente siguió su camino como si nada, habiendo claro, respondido a la pregunta formulada una vez que la de Taki se encontraba algo más “relajada”
-Oh, no, para nada, dentro de poco cumpliré catorce años –
Dijo la chica con esa alegría que irradiaba de forma tan natural. Obviamente, nadie podría culparla de haber destruido la autoestima de una persona con una simple frase, siquiera Sakamoto la principal afectada podría hacerlo ya que ella al menos, no tenía la obligación de saber la situación de la mayor. –Diecisiete – Respondió abatida la kunoichi, una genin de tal edad, definitivamente era algo deprimente e incluso podría llegar a ser ese el motivo por el que su kage no la había llamado a participar del torneo, sería un tanto vergonzoso para la aldea que alguien de su edad se presentase con un rango tan penoso. ~Tengo que lograr que Yubiwa me recomiende para el examen chunin… ~ Se decía a sí misma la rubia en un intento por mantener la esperanza.
Siendo que ambas kunoichis ya se encontraban caminando en dirección a los Dojos, Noemi se dio el lujo de comenzar a diagramar vagamente lo que haría allí, primero y principal estaba justamente el encontrar el lugar exacto que su padre le había indicado, segundo sería encontrarse algún lugar donde pasar la noche. ~Eri seguramente sepa… Aunque dijo que participaba del torneo… ~ Pensaba la rubia que seguía un par de pasos atrasada a la menor. ~Momento… ¿No se supone que la primera ronda ya había pasado…? ~ La verdosa mirada de la chica se clavó en la alegre y teóricamente inocente pequeña que la estaba guiando. ~¿Es en serio…? ~ Cada segundo que pasaba aunque hablasen tan poco se seguía sorprendiendo. –Entonces… ¿Pasaste a la segunda ronda…? – Consultó la de Taki nuevamente con temor a la respuesta.
De cualquier manera, ahora que podría llegar al lugar del mapa podría intentar recuperar todos esos años perdidos por culpa de su ego, planeaba internarse allí por un buen tiempo aunque probablemente tendría que pasar cada tanto por Takigakure para evitar problemas con el Yubiwa, pero incluso en ese caso volvemos al inicio. Aquel a quién debía consultar se encontraba en los Dojos justamente por un torneo al que Noemi al menos no fue invitada y con razón.
Eri por lo visto no se percató del sobresalto de la rubia que ya tenía una mano cerca de su katana y simplemente siguió su camino como si nada, habiendo claro, respondido a la pregunta formulada una vez que la de Taki se encontraba algo más “relajada”
-Oh, no, para nada, dentro de poco cumpliré catorce años –
Dijo la chica con esa alegría que irradiaba de forma tan natural. Obviamente, nadie podría culparla de haber destruido la autoestima de una persona con una simple frase, siquiera Sakamoto la principal afectada podría hacerlo ya que ella al menos, no tenía la obligación de saber la situación de la mayor. –Diecisiete – Respondió abatida la kunoichi, una genin de tal edad, definitivamente era algo deprimente e incluso podría llegar a ser ese el motivo por el que su kage no la había llamado a participar del torneo, sería un tanto vergonzoso para la aldea que alguien de su edad se presentase con un rango tan penoso. ~Tengo que lograr que Yubiwa me recomiende para el examen chunin… ~ Se decía a sí misma la rubia en un intento por mantener la esperanza.
Siendo que ambas kunoichis ya se encontraban caminando en dirección a los Dojos, Noemi se dio el lujo de comenzar a diagramar vagamente lo que haría allí, primero y principal estaba justamente el encontrar el lugar exacto que su padre le había indicado, segundo sería encontrarse algún lugar donde pasar la noche. ~Eri seguramente sepa… Aunque dijo que participaba del torneo… ~ Pensaba la rubia que seguía un par de pasos atrasada a la menor. ~Momento… ¿No se supone que la primera ronda ya había pasado…? ~ La verdosa mirada de la chica se clavó en la alegre y teóricamente inocente pequeña que la estaba guiando. ~¿Es en serio…? ~ Cada segundo que pasaba aunque hablasen tan poco se seguía sorprendiendo. –Entonces… ¿Pasaste a la segunda ronda…? – Consultó la de Taki nuevamente con temor a la respuesta.