25/02/2016, 20:11
(Última modificación: 25/02/2016, 20:12 por Uzumaki Eri.)
-Yo no soy el puto peón de nadie, Eri-chan, ¡Tengo mis propias metas! Defiendo Uzushiogakure por qué es mi hogar, no por que nadie me obligue a ello- le recriminaba totalmente asombrado por lo que acababa de escuchar -¿Si ese señor feudal al que tanto respeto y miedo le tienes te pide que te tires por un acantilado también le harás caso?-
Y su mente desconectó.
Lo primero por ser tan malhablado, ¿es que no podía hablar sin decir una mísera palabrota? Y lo segundo, porque ella no había mencionado a la Uzukage en ningún momento sobre sus pensamientos acerca de ser peones en un tablero. ¿Qué se creía? Había demostrado sus habilidades frente a Kazuma porque estaba ELLA delante, y lo que le picaba detrás de la oreja era la ausencia de esta, los señores feudales se podían ir a freír espárragos si querían -que para el caso, qué asco daban los espárragos fritos pudiendo comer dangos -, a ella solo le importaba Shiona, y no la estupidez que emanaba del medio artrópodo que tenía delante.
-Y ahora... Si lo que toca es que me pegues una paliza, adelante. No hagas cabrear a ese señor feudal al que le importas una mierda-
Se llevó ambas manos a la cara y se limpió aquel rastro del líquido salado que emanaba de sus ojos. Ya no estaba triste, estaba furiosa. Con ella por haber sido malinterpretada, por él por malinterpretarla y con los demás por simplemente existir, ¡malditos cacas!
-¿Tú eres tonto? - Contestó mientras chascaba la lengua y se cruzaba de brazos, ¡encima que le dejaba decidir a él! -No voy a darte una paliza, a no ser que cojas mi mano y empieces a golpearte con ella. - Soltó mientras de un salto bajaba del cilindro y le daba la espalda a su oponente. -Yo misma tengo mis propias metas, y ninguna de ellas tiene que ver con pegarme contigo, además; si lo que me importa es mi villa, ¿qué sentido tiene que me pegue sin Shiona-sama delante? - Bufó molesta e hinchó los mofletes, hablando con una voz un tanto más grave de lo normal - ¡Jopetas! Pero que tú me digas que hago caso a los señores feudales, ¡yo solo te digo lo que pienso! No soy un peón de Shiona, sino de esa gente - Miró con cierto rencor el palco de los susodichos y negó, luego se dio la vuelta y encaró al Sasagani, y cuando se fijó en sus orbes carmesí se intentó morder la lengua y salir de allí sin cagarla más, pero no pudo, no pudo evitarlo por como era ella misma. Lágrimas de rabia se arremolinaban en sus ojos nublándole la vista, y con voz quebrada y un tanto chillona, volvió a hablar:
-Pero no estoy dispuesta a que ni ellos ni tú, que al parecer no comprendes que eres demasiado importante para mí; me digáis lo que tengo que hacer, carapan - Escupió mientras daba la vuelta y comenzaba a alejarse. -Felicidades, Yotita, has pasado sin sudar a la siguiente ronda
Por una parte estaba feliz, había ganado alguien de su villa. Al menos así Shiona estaría orgullosa.
Y su mente desconectó.
Lo primero por ser tan malhablado, ¿es que no podía hablar sin decir una mísera palabrota? Y lo segundo, porque ella no había mencionado a la Uzukage en ningún momento sobre sus pensamientos acerca de ser peones en un tablero. ¿Qué se creía? Había demostrado sus habilidades frente a Kazuma porque estaba ELLA delante, y lo que le picaba detrás de la oreja era la ausencia de esta, los señores feudales se podían ir a freír espárragos si querían -que para el caso, qué asco daban los espárragos fritos pudiendo comer dangos -, a ella solo le importaba Shiona, y no la estupidez que emanaba del medio artrópodo que tenía delante.
-Y ahora... Si lo que toca es que me pegues una paliza, adelante. No hagas cabrear a ese señor feudal al que le importas una mierda-
Se llevó ambas manos a la cara y se limpió aquel rastro del líquido salado que emanaba de sus ojos. Ya no estaba triste, estaba furiosa. Con ella por haber sido malinterpretada, por él por malinterpretarla y con los demás por simplemente existir, ¡malditos cacas!
-¿Tú eres tonto? - Contestó mientras chascaba la lengua y se cruzaba de brazos, ¡encima que le dejaba decidir a él! -No voy a darte una paliza, a no ser que cojas mi mano y empieces a golpearte con ella. - Soltó mientras de un salto bajaba del cilindro y le daba la espalda a su oponente. -Yo misma tengo mis propias metas, y ninguna de ellas tiene que ver con pegarme contigo, además; si lo que me importa es mi villa, ¿qué sentido tiene que me pegue sin Shiona-sama delante? - Bufó molesta e hinchó los mofletes, hablando con una voz un tanto más grave de lo normal - ¡Jopetas! Pero que tú me digas que hago caso a los señores feudales, ¡yo solo te digo lo que pienso! No soy un peón de Shiona, sino de esa gente - Miró con cierto rencor el palco de los susodichos y negó, luego se dio la vuelta y encaró al Sasagani, y cuando se fijó en sus orbes carmesí se intentó morder la lengua y salir de allí sin cagarla más, pero no pudo, no pudo evitarlo por como era ella misma. Lágrimas de rabia se arremolinaban en sus ojos nublándole la vista, y con voz quebrada y un tanto chillona, volvió a hablar:
-Pero no estoy dispuesta a que ni ellos ni tú, que al parecer no comprendes que eres demasiado importante para mí; me digáis lo que tengo que hacer, carapan - Escupió mientras daba la vuelta y comenzaba a alejarse. -Felicidades, Yotita, has pasado sin sudar a la siguiente ronda
Por una parte estaba feliz, había ganado alguien de su villa. Al menos así Shiona estaría orgullosa.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)