26/02/2016, 22:14
El empleado parecía ni importarle que una calavera le hablase pero el de rastas era muy distinto, se había asustado de verla solo con el maquillaje. ~ Tendría que haberlo molestado con la máscara… ~ Se lamentaba la pelirroja que ya se había sentado a un lado del chico misterioso y de sexo dudoso ante los ojos de la joven. - Si, Takigakure. - Asintió con suma tranquilidad en lo que el hombre detrás de la barra le dejaba un vaso con el jugo al alcance. - Gracias. - Soltó para luego darle un trago a la bebida.
La conversación entre ambos shinobis no parecía rendir frutos, casi parecía que moriría en ese saludo y esa duda aunque no era totalmente descabellada dicha idea, después de todo no dejan de ser completos extraños. - Ah… - Fue lo único que soltó la pelirroja ante tal respuesta, le importaba un bledo si él había sido algo tajante con ella o si haya demostrado que no le interesaba en lo más mínimo entablar conversación con ella, simplemente respondió con eso porque no tenía muchas más dudas al respecto.
Ahora, la duda del chico de rastas casi que carecía de sentido en la mente de la pelirroja que simplemente le miró en silencio por un rato habiendo ladeado levemente la cabeza en signo de confusión. Tras unos instantes en los que incluso bebió otro trago del jugo de su vaso se puso la capucha de la gabardina y se dedicó a 'mirarle', pues se mantenía con los ojos cerrados. - Imagina que vas por la noche caminando y te topas conmigo… Aunque tengo que teñir lo rojo… - Explicaba mientras tomaba un mechón de su propio cabello cuyo color rojizo era tan fuerte que casi podría decirse que por las noches se la podría ver fácilmente. ~ Que flojera teñirme… ~ Pensaba como si no estuviese muy convencida de hacerlo.
- Aunque no use la máscara ni el maquillaje me tenían de bicho raro así que un par de detalles extra no creo que me afecten demasiado. Digo no más. - Respondió con suma tranquilidad en lo que se revolvía en su asiento para quedarse mirando en dirección a la barra. - No se tú, pero a mi me importa un bledo lo que los demás opinen de mi siempre y cuando yo esté bien. - Agregó con suma tranquilidad al cabo de unos instantes para luego terminarse lo que le quedaba del juego y claro, pagarle al barman.
Luego de ello Ritsuko se levantó y dio un par de pasos con la simple idea de asomarse por la puerta a ver si la lluvia había cesado y en buena medida fue así, apenas si lloviznaba ahora mismo. - Kazama Ritsuko… Uno de los bichos raros de Takigakure, la mayoría son tan normales como el resto de gente que puedas encontrarte por ahí. Aburrido, ¿No te parece? - Tras soltarle esa pregunta la kunoichi simplemente se dirigió hacia la puerta donde se aseguraría de que la tormenta había disminuído, siendo tal el caso se retiraría sin más ya que no había motivo para que se mantuviese allí.
La conversación entre ambos shinobis no parecía rendir frutos, casi parecía que moriría en ese saludo y esa duda aunque no era totalmente descabellada dicha idea, después de todo no dejan de ser completos extraños. - Ah… - Fue lo único que soltó la pelirroja ante tal respuesta, le importaba un bledo si él había sido algo tajante con ella o si haya demostrado que no le interesaba en lo más mínimo entablar conversación con ella, simplemente respondió con eso porque no tenía muchas más dudas al respecto.
Ahora, la duda del chico de rastas casi que carecía de sentido en la mente de la pelirroja que simplemente le miró en silencio por un rato habiendo ladeado levemente la cabeza en signo de confusión. Tras unos instantes en los que incluso bebió otro trago del jugo de su vaso se puso la capucha de la gabardina y se dedicó a 'mirarle', pues se mantenía con los ojos cerrados. - Imagina que vas por la noche caminando y te topas conmigo… Aunque tengo que teñir lo rojo… - Explicaba mientras tomaba un mechón de su propio cabello cuyo color rojizo era tan fuerte que casi podría decirse que por las noches se la podría ver fácilmente. ~ Que flojera teñirme… ~ Pensaba como si no estuviese muy convencida de hacerlo.
- Aunque no use la máscara ni el maquillaje me tenían de bicho raro así que un par de detalles extra no creo que me afecten demasiado. Digo no más. - Respondió con suma tranquilidad en lo que se revolvía en su asiento para quedarse mirando en dirección a la barra. - No se tú, pero a mi me importa un bledo lo que los demás opinen de mi siempre y cuando yo esté bien. - Agregó con suma tranquilidad al cabo de unos instantes para luego terminarse lo que le quedaba del juego y claro, pagarle al barman.
Luego de ello Ritsuko se levantó y dio un par de pasos con la simple idea de asomarse por la puerta a ver si la lluvia había cesado y en buena medida fue así, apenas si lloviznaba ahora mismo. - Kazama Ritsuko… Uno de los bichos raros de Takigakure, la mayoría son tan normales como el resto de gente que puedas encontrarte por ahí. Aburrido, ¿No te parece? - Tras soltarle esa pregunta la kunoichi simplemente se dirigió hacia la puerta donde se aseguraría de que la tormenta había disminuído, siendo tal el caso se retiraría sin más ya que no había motivo para que se mantuviese allí.