28/02/2016, 13:01
La respuesta de la muchacha ante la aclaración, un tanto tajante de Riko sobre su sexo, cosa que empezaba a ser una constante y no le gustaba, quizás tendría que replantearse cambiar algo...
''Vaya... Quizás se molestó con mi tono... Para la próxima tengo que tratar no ser tan borde...'' Reflexionó el muchacho.
Lo siguiente sería la pregunta, que quizás fuera una tontería para la pelirroja, pero para él, eran un 100% de los shinobis de Takigakure que había conocido, exacto, solo ella, los que llevaban la cara pintada con esos motivos, por lo que no le parecía descabellado que quizás fuese una tradición en aquella villa, una tradición de lo más extraña, desde luego, pero no era nadie para juzgarlo.
El pelinegro escuchó atentamente la respuesta de su interlocutora. El inicio no lo entendió del todo, pero lo que siguió fue algo que, aunque no fue la intención de la chica, le llegó a la patata, al parecer no la habían tratado del todo bien en su villa, por lo que, ¿qué más daba que la miraran raro por llevar ese maquillaje? Y la chica terminó con una reflexión que quizás el propio Riko tuviera que aplicarse.
''Qué fácil parece... Pero todos queremos causar una buena impresión ante el resto de personas... Bueno, quizás ella no...'' Quedó el pelinegro pensativo.
De repente, la chica se levantó sin mediar palabra y se dirigió hacia la puerta, para comprobar si la tormenta había amainado, y efectivamente, ya no llovía tanto como hacía un rato, por lo que, y tras presentarse, la chica se dirigió afuera del local.
Riko sacó su dinero rápido y pagó lo que había pedido y se dirigió corriendo a la puerta, persiguiendo a la pelirroja y cuando estuvo a su altura habló.
— Bueno, quizás no hayamos empezado con buen pie... Yo soy Haiso Riko, encantado Ritsuko. — Dijo situándose justo delante de ella con la mano extendida, esperando un apretón. — ¿Te parece si andamos un poco juntos, hasta que tengamos que separarnos al menos? —
''Vaya... Quizás se molestó con mi tono... Para la próxima tengo que tratar no ser tan borde...'' Reflexionó el muchacho.
Lo siguiente sería la pregunta, que quizás fuera una tontería para la pelirroja, pero para él, eran un 100% de los shinobis de Takigakure que había conocido, exacto, solo ella, los que llevaban la cara pintada con esos motivos, por lo que no le parecía descabellado que quizás fuese una tradición en aquella villa, una tradición de lo más extraña, desde luego, pero no era nadie para juzgarlo.
El pelinegro escuchó atentamente la respuesta de su interlocutora. El inicio no lo entendió del todo, pero lo que siguió fue algo que, aunque no fue la intención de la chica, le llegó a la patata, al parecer no la habían tratado del todo bien en su villa, por lo que, ¿qué más daba que la miraran raro por llevar ese maquillaje? Y la chica terminó con una reflexión que quizás el propio Riko tuviera que aplicarse.
''Qué fácil parece... Pero todos queremos causar una buena impresión ante el resto de personas... Bueno, quizás ella no...'' Quedó el pelinegro pensativo.
De repente, la chica se levantó sin mediar palabra y se dirigió hacia la puerta, para comprobar si la tormenta había amainado, y efectivamente, ya no llovía tanto como hacía un rato, por lo que, y tras presentarse, la chica se dirigió afuera del local.
Riko sacó su dinero rápido y pagó lo que había pedido y se dirigió corriendo a la puerta, persiguiendo a la pelirroja y cuando estuvo a su altura habló.
— Bueno, quizás no hayamos empezado con buen pie... Yo soy Haiso Riko, encantado Ritsuko. — Dijo situándose justo delante de ella con la mano extendida, esperando un apretón. — ¿Te parece si andamos un poco juntos, hasta que tengamos que separarnos al menos? —
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»