1/03/2016, 20:24
El asunto de los espías al fin había sido solucionado, ambos genins del sexo masculino se retiraron y las kunoichis se devolvieron a las termas, aunque las ganas de relajarse se había esfumado, ahora mismo se dirigirían a los vestidores aunque Ritsuko se tomó las molestias de limpiarse el barro que se le había pegado por tanta sacudida.
En la entrada de los vestidores fue donde la pelirroja lanzó la propuesta a la de piel morena, si aceptaba o no mucho no le interesaba pero le vendría bien alguien que medianamente la entendiese, en caso contrario tendría que soportar a otras dos personas que quién sabe si vayan a serle amenos aunque ya de por si el Uchiha le había caído bastante mal en un inicio. - No te comas mucho la cabeza por eso, antes de aceptar la misión tengo pensado tener alguna práctica con él para ver si no fue simple palabra suya. - Explicó algo desinteresada.
Luego de un instante la pelirroja suspiró para luego agregarle algo a su comentario anterior. - Te dejo la oferte, piénsalo y ya luego me avisas. Nadie te dirá nada si no aceptas, después de todo es tu vida. - Ahora si, Ritsuko se metió a los vestidores para bueno, vestirse. Su ropa seguía allí incluída la máscara, lo único que le faltaba era el maquillaje pero eso porque solía dejarlo en casa.
Cuando apenas si tuvo la ropa interior puesta cesó toda actividad, tenía delante ese colgante con el rubí que le había regalado el pelirrojo de Amegakure en uno de sus viajes sin sentido. ~ Reiji... ~ ¿Qué hacer con él? Era valioso a nivel monetario, pero también le resultaba valioso a nivel sentimental. Sin siquiera percatarse de lo que estaba haciendo la pelirroja se había quedado en absoluto silencio e inmóvil con el colgante en su mano, como si hubiese olvidado que estaba a medio vestir y encima en compañía.
En la entrada de los vestidores fue donde la pelirroja lanzó la propuesta a la de piel morena, si aceptaba o no mucho no le interesaba pero le vendría bien alguien que medianamente la entendiese, en caso contrario tendría que soportar a otras dos personas que quién sabe si vayan a serle amenos aunque ya de por si el Uchiha le había caído bastante mal en un inicio. - No te comas mucho la cabeza por eso, antes de aceptar la misión tengo pensado tener alguna práctica con él para ver si no fue simple palabra suya. - Explicó algo desinteresada.
Luego de un instante la pelirroja suspiró para luego agregarle algo a su comentario anterior. - Te dejo la oferte, piénsalo y ya luego me avisas. Nadie te dirá nada si no aceptas, después de todo es tu vida. - Ahora si, Ritsuko se metió a los vestidores para bueno, vestirse. Su ropa seguía allí incluída la máscara, lo único que le faltaba era el maquillaje pero eso porque solía dejarlo en casa.
Cuando apenas si tuvo la ropa interior puesta cesó toda actividad, tenía delante ese colgante con el rubí que le había regalado el pelirrojo de Amegakure en uno de sus viajes sin sentido. ~ Reiji... ~ ¿Qué hacer con él? Era valioso a nivel monetario, pero también le resultaba valioso a nivel sentimental. Sin siquiera percatarse de lo que estaba haciendo la pelirroja se había quedado en absoluto silencio e inmóvil con el colgante en su mano, como si hubiese olvidado que estaba a medio vestir y encima en compañía.