2/03/2016, 00:16
Ni siquiera yo mismo me reconocía, ¿De donde estaba sacando toda aquella furia? La verdad es que parecía que un monstruo dormía e mi interior y en aquel momento se acabase de despertar, sediento de sangre fresca, esperando la carnada como haría un buen carroñero. a pesar de no tener ni un ápice de control sobre la situación no me acobardé, enfrente al tipo que me tenía apresado de manos y pies y le atacaba verbalmente, dándole la espalda y rechazando sus peticiones con la bilis supurando en forma de malos modales. empezaba a tener miedo de mi mismo.
¡Un, chaca chaca ún! —dijo el chamán, y se acercó al cuerpo, colgando, indefenso, del pobre Yota—. Entonces acabaré con tu vida. El veneno de la mortallis tiene un progreso lento y doloroso. Será mejor así, muchacho. Cierra los ojos.
Aquella fue la sentencia del loco que pretendía que me comiese las entrañas de las diminutas arañas, no me auguraba ningún futuro a largo plazo y no suficiente con ello se atrevió a sugerir que iba a morir de forma lenta y dolorosa. Pero en algo le hice caso. Cerré los ojos. Lo hice con todas mis fuerzas y sind arme cuenta apreté las mandibulas con la mala fortuna de acabar mordiéndome el labio.
*Lo siento, Kuromibojin-sama... Os he fallado...*
El tipo empuñó el cuchillo con sus dos zarpas y se dispuso a realizar la embestida final directa a mi cuerpo indefenso, pero está no llegó. algo le había detenido y mi culo se dio de lleno contra el suelo.
*¿Qué? ¿Me ha liberado el muy imbécil?*
—Tío, esto ha sido lo más loco que me ha pasado desde hace años
Oí la voz de Daruu que aún seguía en la sala. No esperaba que me tendiese la mano, a fin de cuentas no era su problema, ni tampoco era su compañero de aldea, pero se la jugó por mí. Me di cuenta en cuanto alcé la vista y vi que iba armado con el garrote del chaman.
Venga, vámonos de aquí. Pero vamos a buscar a un médico, porque si lo que ha dicho ese tío es verdad, estás muerto.
-Si, un médico... pero... el gilipollas este...
Me temblaban las manos como nunca antes me habían temblado. Estaba todavía más nervioso que antes. Una parte de mí me suplicaba que le matase, que acabase con su estúpida vida, pero por otro lado me costaba armarme de valor y matarle en las narices de Daruu. El cuerpo de ese cabrón estaba ahí, inerte producto del golpe de Daruu.
Te debo una tío. Me has salvado la vida, gracias- trataba de calmarme pero era en vano. Aquella ansiedad, aquellos nervios incontrolables, la procesión iba por dentro y el tembleque no reducía por mucho que me obsesionase en ello
-No vayas a creerte a ese puto asesino, Daruu-san, no lo hagas. simplemente buscaba divertirse con nosotros... ¿Y si acabamos con él? Quién sabe quién más podría caer apresado por él en el futuro-
Finalmente acabé pensando en voz alta.
Me levanté apoyando la diestra en el suelo y recuperé la verticalidad. Realicé una larga bocanada de aire y suspiré con extrema pesadez, mientras rebuscaba mis caramelos en el bolsillo. di con uno de ellos y automáticamente me lo llevé a la boca, no sin antes tener un detalle con el moreno y le ofrecí uno de ellos.
-¿Qirez uno?-
¡Un, chaca chaca ún! —dijo el chamán, y se acercó al cuerpo, colgando, indefenso, del pobre Yota—. Entonces acabaré con tu vida. El veneno de la mortallis tiene un progreso lento y doloroso. Será mejor así, muchacho. Cierra los ojos.
Aquella fue la sentencia del loco que pretendía que me comiese las entrañas de las diminutas arañas, no me auguraba ningún futuro a largo plazo y no suficiente con ello se atrevió a sugerir que iba a morir de forma lenta y dolorosa. Pero en algo le hice caso. Cerré los ojos. Lo hice con todas mis fuerzas y sind arme cuenta apreté las mandibulas con la mala fortuna de acabar mordiéndome el labio.
*Lo siento, Kuromibojin-sama... Os he fallado...*
El tipo empuñó el cuchillo con sus dos zarpas y se dispuso a realizar la embestida final directa a mi cuerpo indefenso, pero está no llegó. algo le había detenido y mi culo se dio de lleno contra el suelo.
*¿Qué? ¿Me ha liberado el muy imbécil?*
—Tío, esto ha sido lo más loco que me ha pasado desde hace años
Oí la voz de Daruu que aún seguía en la sala. No esperaba que me tendiese la mano, a fin de cuentas no era su problema, ni tampoco era su compañero de aldea, pero se la jugó por mí. Me di cuenta en cuanto alcé la vista y vi que iba armado con el garrote del chaman.
Venga, vámonos de aquí. Pero vamos a buscar a un médico, porque si lo que ha dicho ese tío es verdad, estás muerto.
-Si, un médico... pero... el gilipollas este...
Me temblaban las manos como nunca antes me habían temblado. Estaba todavía más nervioso que antes. Una parte de mí me suplicaba que le matase, que acabase con su estúpida vida, pero por otro lado me costaba armarme de valor y matarle en las narices de Daruu. El cuerpo de ese cabrón estaba ahí, inerte producto del golpe de Daruu.
Te debo una tío. Me has salvado la vida, gracias- trataba de calmarme pero era en vano. Aquella ansiedad, aquellos nervios incontrolables, la procesión iba por dentro y el tembleque no reducía por mucho que me obsesionase en ello
-No vayas a creerte a ese puto asesino, Daruu-san, no lo hagas. simplemente buscaba divertirse con nosotros... ¿Y si acabamos con él? Quién sabe quién más podría caer apresado por él en el futuro-
Finalmente acabé pensando en voz alta.
Me levanté apoyando la diestra en el suelo y recuperé la verticalidad. Realicé una larga bocanada de aire y suspiré con extrema pesadez, mientras rebuscaba mis caramelos en el bolsillo. di con uno de ellos y automáticamente me lo llevé a la boca, no sin antes tener un detalle con el moreno y le ofrecí uno de ellos.
-¿Qirez uno?-
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
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