3/03/2016, 08:23
La primera pregunta que lanzó la pequeña kunoichi no recibiría respuesta aunque la mayor si que tenía una en mente. ~Desde que te graduaste de la academia. ~Así de sencillo, pero se notaba que la menor no se sentía tan cómoda hablando del asunto así que mejor era dejar morir el asunto cuanto antes, luego si llegaban a los dojos podría retomar el tema sin ningún tipo de temor a quedarse nuevamente perdida en esos terrenos naturales.
Cada palabra de Eri servía para armarle a Noemi una especie de idea acerca del tipo de persona con la que se había encontrado, alguien sumamente alegre y bondadoso incapaz de terminar con la vida de alguien, algo que sin lugar a dudas pega perfectamente con esa especialidad que ella misma había nombrado. ~¿Así serán todos los de Uzushio...? ~Se preguntaba la rubia incapaz de llegar a alguna conclusión clara ya que conocía a muy pocos shinobis de esa aldea, uno para ser más precisos y justamente coincidía en su necesidad de ayudar a todo mundo. ~La Hyuuga… Exactamente igual. ~
Pero bien, ya le había tocado a la peliceleste su turno de charlas incómodas y ahora le seguía el turno a la rubia, si, una sencilla pregunta llena de inocencia y altas espectativas que terminaron por darle de lleno en esa parte de su ser que prefería mantener oculta. ~Ninguna maldita sea… Tengo que moverme urgente... ~Decía en su cabeza mientras intentaba encontrar algún tipo de respuesta medianamete convincente para zafarse pero por suerte se encontraron con una formación un tanto extraña. Árboles marcando una perfecta circunferencia pero nadie con un poco de cerebro se centraría en ello, para eso estaba la enorme casa que fue construida ahí en medio, posiblemente se hayan talado los árboles para dar lugar a esa gran vivienda sin la posibilidad de que las ramas terminasen por dañar la estructura o mismo las ventanas.
-¿Sale... Esto en tu mapa? -
Consultó la pequeña logrando sacar de trance a la mayor que parecía estupefacta con el hallazgo. Sacó el mapa que lo traía dentro del portaobjetos y lo extendió, dio un par de vueltas y finalmente logró mirarlo como corresponde y en ningún lugar figuraba algo así. —No… No hay casas ni tampoco círculos así dentro de los bosques según esto… —Respondió la rubia que iba alternando miradas entre el mapa y la gran casa. Por una vez en su vida estaba viendo como corresponde el mapa.
Luego de un buen rato de contemplaciones en los que nada se podría sacar a la luz, Noemi comenzó a caminar en dirección a la estructura. —¿Vienes...? —Consultó manteniendo un paso algo lento para que la menor pudiese alcanzarle sin problemas. No tardó absolutamente nada en llegar hasta la puerta principal, puertas dobles bastante grandes a decir verdad. —¿La pensaron para gigantes? —Soltó entre risas mientras se desviaba hacia una de las ventanas para intentar ver algo en el interior.
Cada palabra de Eri servía para armarle a Noemi una especie de idea acerca del tipo de persona con la que se había encontrado, alguien sumamente alegre y bondadoso incapaz de terminar con la vida de alguien, algo que sin lugar a dudas pega perfectamente con esa especialidad que ella misma había nombrado. ~¿Así serán todos los de Uzushio...? ~Se preguntaba la rubia incapaz de llegar a alguna conclusión clara ya que conocía a muy pocos shinobis de esa aldea, uno para ser más precisos y justamente coincidía en su necesidad de ayudar a todo mundo. ~La Hyuuga… Exactamente igual. ~
Pero bien, ya le había tocado a la peliceleste su turno de charlas incómodas y ahora le seguía el turno a la rubia, si, una sencilla pregunta llena de inocencia y altas espectativas que terminaron por darle de lleno en esa parte de su ser que prefería mantener oculta. ~Ninguna maldita sea… Tengo que moverme urgente... ~Decía en su cabeza mientras intentaba encontrar algún tipo de respuesta medianamete convincente para zafarse pero por suerte se encontraron con una formación un tanto extraña. Árboles marcando una perfecta circunferencia pero nadie con un poco de cerebro se centraría en ello, para eso estaba la enorme casa que fue construida ahí en medio, posiblemente se hayan talado los árboles para dar lugar a esa gran vivienda sin la posibilidad de que las ramas terminasen por dañar la estructura o mismo las ventanas.
-¿Sale... Esto en tu mapa? -
Consultó la pequeña logrando sacar de trance a la mayor que parecía estupefacta con el hallazgo. Sacó el mapa que lo traía dentro del portaobjetos y lo extendió, dio un par de vueltas y finalmente logró mirarlo como corresponde y en ningún lugar figuraba algo así. —No… No hay casas ni tampoco círculos así dentro de los bosques según esto… —Respondió la rubia que iba alternando miradas entre el mapa y la gran casa. Por una vez en su vida estaba viendo como corresponde el mapa.
Luego de un buen rato de contemplaciones en los que nada se podría sacar a la luz, Noemi comenzó a caminar en dirección a la estructura. —¿Vienes...? —Consultó manteniendo un paso algo lento para que la menor pudiese alcanzarle sin problemas. No tardó absolutamente nada en llegar hasta la puerta principal, puertas dobles bastante grandes a decir verdad. —¿La pensaron para gigantes? —Soltó entre risas mientras se desviaba hacia una de las ventanas para intentar ver algo en el interior.