16/03/2016, 16:19
(Última modificación: 16/03/2016, 16:23 por Hanamura Kazuma.)
«Si son tal y como él los está describiendo deberían ser fáciles de identificar. El único problema es aquellos de los árboles centenarios.»
La búsqueda amenazaba con convertirse en algo de extrema dificultad; Los árboles de cien años no eran el problema en sí, lo problemático era que seguramente se encontrarán en el corazón del bosque. La sola idea le causaba una sensación incómoda, puesto que si estando en las lindes de la arboleda ya pasaba trabajo… Bueno, se imaginaba que las condiciones irían empeorando en proporción a cuanto se hundieran en la espesura.
«Aunque… De cierta manera es emocionante —trataba de convencerse a sí mismo—. Es como esas historias de exploradores que se sumergen en profundas selvas, evitando los peligros mortales para encontrar tesoros legendarios.»
—Nunca había puesto un pie antes en estos terrenos, pero puedo asegurarte que sé como guiarme a través de sitios como este —Afirmó con confianza—. Deberíamos irnos con cuidado, por sí nos topamos al jabalí o algo peor. —Indicó mientras hacía un ademán con la mano invitando a Kazuma para que lo siguiese.
El joven peliblanco tomó las pocas cosas que llevaba consigo y procedió a ponerse en marcha. Lograr encaminarse hacia el centro del Bosque de hongos no debía de suponer ninguna dificultad, solo tenían que avanzar en la dirección más oscura y frondosa.
—Entonces te sigo.
La búsqueda amenazaba con convertirse en algo de extrema dificultad; Los árboles de cien años no eran el problema en sí, lo problemático era que seguramente se encontrarán en el corazón del bosque. La sola idea le causaba una sensación incómoda, puesto que si estando en las lindes de la arboleda ya pasaba trabajo… Bueno, se imaginaba que las condiciones irían empeorando en proporción a cuanto se hundieran en la espesura.
«Aunque… De cierta manera es emocionante —trataba de convencerse a sí mismo—. Es como esas historias de exploradores que se sumergen en profundas selvas, evitando los peligros mortales para encontrar tesoros legendarios.»
—Nunca había puesto un pie antes en estos terrenos, pero puedo asegurarte que sé como guiarme a través de sitios como este —Afirmó con confianza—. Deberíamos irnos con cuidado, por sí nos topamos al jabalí o algo peor. —Indicó mientras hacía un ademán con la mano invitando a Kazuma para que lo siguiese.
El joven peliblanco tomó las pocas cosas que llevaba consigo y procedió a ponerse en marcha. Lograr encaminarse hacia el centro del Bosque de hongos no debía de suponer ninguna dificultad, solo tenían que avanzar en la dirección más oscura y frondosa.
—Entonces te sigo.