17/03/2016, 04:33
-Aún no me has dicho porque tanto alboroto con lo de tu identidad- Aquello arecía una tomada de pelo de las mejores, había sido lo suficientemente clara, él debería de haberla reconocido de alguna manera y ese era el problema, por eso el alboroto y por ende esa exigencia simplemente logró hincharle una vena en la frente pero no fue lo suficiente como para hacer que se frenase o siquiera que le mirase de mala manera por encima del hombro. Todo lo contrario, siguió la marcha sin dedicarle ni una sola palabra en dirección a la aldea que no estaba demasiado lejos.
¿Por qué no matarlo? ~Seguramente se den cuenta… O tal vez un jonin esté vigilándonos ahora mismo… ~Aunque la idea estaba, no haría nada tan descabellado como cargarse a un compañero de aldea o las consecuencias podrían ser severas. ~Aunque probablemente estaría haciéndole un favor a la aldea… ~Noemi seguía caminando sin siquiera molestarse en averiguar si la seguían o no, además de que el ruido de la hierba pisada le daba a entender que así era incluso tras llegar a la aldea y estarse ya caminando entre las calles de la misma.
Si bien, había caído el atardecer y poco a poco el sol se iba ocultando, la gente seguía yendo y viniendo de un lado a otro, aún era temprano para cerrar locales y demás así que era lógico pensar que seguirían trabajando. El lado positivo era prácticamente todos los que la veían si la reconocían y si no la saludaban le dedicaban alguna mirada sugestiva o alguno que otro de desprecio, después de todo la fama no tiene por qué ser exclusiva de cosas positivas. ~¿Te darás cuenta alguna vez...? ~Era la pregunta que zurcaba la mente de la kunoichi que de vez en cuando se veía obligada a parar por gracia de algún conocido de su padre que le dejaba algún mensaje o mismo alguno que otro joven que tras uno que otro cumplido terminaban por declararse y claro, acto seguido serían rechazados.
~Y si en la entrada nadie lo frenó significa que no es un enemigo infiltrado… ~Así de sencillo era el asunto, no podía ser tan sencillo entrar a una aldea shinobi gracias a los mil y un guardias deambulando por ahí.
¿Por qué no matarlo? ~Seguramente se den cuenta… O tal vez un jonin esté vigilándonos ahora mismo… ~Aunque la idea estaba, no haría nada tan descabellado como cargarse a un compañero de aldea o las consecuencias podrían ser severas. ~Aunque probablemente estaría haciéndole un favor a la aldea… ~Noemi seguía caminando sin siquiera molestarse en averiguar si la seguían o no, además de que el ruido de la hierba pisada le daba a entender que así era incluso tras llegar a la aldea y estarse ya caminando entre las calles de la misma.
Si bien, había caído el atardecer y poco a poco el sol se iba ocultando, la gente seguía yendo y viniendo de un lado a otro, aún era temprano para cerrar locales y demás así que era lógico pensar que seguirían trabajando. El lado positivo era prácticamente todos los que la veían si la reconocían y si no la saludaban le dedicaban alguna mirada sugestiva o alguno que otro de desprecio, después de todo la fama no tiene por qué ser exclusiva de cosas positivas. ~¿Te darás cuenta alguna vez...? ~Era la pregunta que zurcaba la mente de la kunoichi que de vez en cuando se veía obligada a parar por gracia de algún conocido de su padre que le dejaba algún mensaje o mismo alguno que otro joven que tras uno que otro cumplido terminaban por declararse y claro, acto seguido serían rechazados.
~Y si en la entrada nadie lo frenó significa que no es un enemigo infiltrado… ~Así de sencillo era el asunto, no podía ser tan sencillo entrar a una aldea shinobi gracias a los mil y un guardias deambulando por ahí.